
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó este lunes primero de diciembre una orden ejecutiva que concede temporalmente la exención de los requisitos de visado a los ciudadanos chinos. La orden permite a los ciudadanos chinos ingresar a Rusia sin visado por hasta 30 días con fines de turismo o trabajo.
La semana pasada, Putin anunció la medida durante sus conversaciones con el primer ministro chino, Li Qiang, en Moscú. El presidente ruso describió la exención como una «buena y positiva ‘explosión’ en el desarrollo de nuestras relaciones».
La exención mutua de visados forma parte de un programa de prueba de un año, y se suma al régimen sin visado ya existente para viajes en grupo.
La promesa de Putin provocó un aumento en las búsquedas y reservas de viajes desde China a Rusia, señalaron analistas de mercado a medios locales.
El presidente Putin subrayó que las relaciones entre Rusia y China atraviesan «el mejor momento de su historia» y continúan desarrollándose dinámicamente en todas las áreas, incluyendo la seguridad, pese a los obstáculos y las sanciones ilegales occidentales.
Por su parte, Beijing tiene toda la disposición para fortalecer el diálogo estratégico y aumentar la cooperación bilateral, basándose en los principios de igualdad y beneficio recíproco, para proteger de manera más efectiva los intereses de desarrollo y seguridad de ambos pueblos ante los cambios fundamentales en la situación internacional.
La exención de visados entre Rusia y China profundiza la cooperación bilateral y refuerza la alianza estratégica entre dos potencias del BRICS, en un contexto de tensiones geopolíticas con Occidente. La medida impulsa los vínculos económicos y turísticos entre los países del Sur Global, demostrando el avance de la multipolaridad y la coordinación en los intereses mutuos.
Por otra parte, Arabia Saudita anunció que también firmará un acuerdo con Rusia que garantizará viajes sin visado a los ciudadanos de ambos países por hasta 90 días.

