En una entrevista con medios rusos, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que «Rusia continuará su operación militar especial en el donbas si resulta imposible lograr sus objetivos por medios pacíficos«. Esta afirmación se produce en respuesta a la interrogante sobre una posible negativa de Kiev a las condiciones de Moscú para un tratado de paz.
Peskov enfatizó que las tropas rusas son muy dinámicas, al tiempo que reafirmó la determinación de Moscú ante el escenario actual. «Haremos todo lo necesario para proteger nuestros intereses», declaró el portavoz.
El secretario de prensa de la presidencia rusa indicó que la posición de Rusia es clara y no ha cambiado desde la cumbre de Alaska. «Al mismo tiempo, por supuesto, estamos dispuestos a ser flexibles para encontrar una solución”, enfatizó.
Peskov concluyó que Moscú sigue abierto a las negociaciones y está interesado en continuarlas, así como en iniciar un trabajo serio basado en el borrador del documento preparado por el equipo del expresidente estadounidense, Donald Trump. Este interés subraya la disposición de Rusia a buscar vías diplomáticas, aunque mantiene su postura firme respecto a sus objetivos.
La víspera, también en una entrevista con medios rusos, el mandatario ruso declaró que la acción de su país no es el comienzo de una guerra, sino un intento de ponerle fin, buscando una resolución al conflicto en Ucrania.
Putin indicó que Ucrania no debe garantizar su seguridad a expensas de la de Rusia. «Todo Estado, incluida Ucrania, tiene derecho a elegir cómo garantizar su seguridad. ¿Le estamos negando este derecho a Ucrania? No. Pero esto no se debe hacer a expensas de la seguridad de Rusia», declaró, refiriéndose a las implicaciones geopolíticas del conflicto.
El presidente ruso continuó explicando que Ucrania considera que la adhesión a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) la beneficiaría, mientras que Rusia la ve como una amenaza directa a su seguridad nacional. En este contexto, Putin insistió en que la Alianza Atlántica cumpla con su compromiso de no expandirse al este. «No pedimos nada extraordinario o inesperado», argumentó, reiterando la postura de Moscú sobre la expansión de la OTAN.
En cuanto a la crisis ucraniana, Putin hizo varias declaraciones adicionales. Señaló que el expresidente estadounidense Donald Trump «suele hablar de su deseo de reducir las pérdidas en Ucrania; es sincero». Asimismo, recordó que Rusia intentó durante ocho años resolver la situación en Ucrania por medios pacíficos. El mandatario ruso acusó a Occidente de haber desatado una guerra contra Rusia «con manos ucranianas» y de favorecer el golpe de Estado que antecedió al conflicto, afirmando que Rusia «no inició esta guerra».
Putin también mencionó que las autoridades ucranianas «prácticamente se han visto acorraladas hoy» y que lo más importante para Kiev es darse cuenta de que la mejor manera de resolver el conflicto es mediante negociaciones. Finalmente, el presidente ruso reafirmó que Rusia no anexó Crimea, sino que «acudió en ayuda de los habitantes de la península, y no podía haber actuado de otra manera».
