El ministro de Energía de Catar y director general de la empresa estatal de petróleo y gas Qatar Energy, Saad bin Sherida al Kaabi, expresó su desconcierto ante la decisión de la Unión Europea de abandonar por completo el suministro de gas ruso para 2027.
«Es bastante desconcertante, no estoy seguro. Quiero decir, si haces los cálculos, ¿qué harán si Catar y las empresas estadounidenses reducen el suministro de GNL [gas natural licuado]?», aseguró este sábado al ser consultado sobre los planes de la UE durante una sesión del Foro de Doha.
Preguntado si el rechazo europeo al gas ruso generaba optimismo en Catar, Al Kaabi señaló que son los propios europeos quienes debían decidir «a quién quieren comprar el gas». «No me corresponde a mí opinar al respecto. Estamos dispuestos a apoyar a todas las naciones en sus necesidades si es comercialmente viable para ambas partes», añadió.
Asimismo, recordó que el director general de ExxonMobil, Darren Woods, había anunciado recientemente su intención de retirar la empresa de Europa. «Si esto se lleva a cabo, en mi opinión, será muy perjudicial para Europa, no solo para las empresas petroleras y gasísticas, sino para todas las empresas», subrayó.
La Comisión Europea comunicó este miércoles que la UE «detendrá de forma efectiva y permanente la importación de gas ruso y avanzará hacia la eliminación gradual del petróleo ruso». Según el plan europeo, «se garantiza el fin gradual pero definitivo de las importaciones de gas ruso, con la eliminación progresiva de las importaciones de GNL antes del 31 de diciembre de 2026 y del gas por gasoducto antes del 30 de septiembre de 2027«.
Woods advirtió en noviembre que ExxonMobil podría dejar de hacer negocios con la UE si esta no flexibiliza de manera significativa una ley de sostenibilidad que podría imponer multas del 5 % de sus ingresos globales.
- Comentando la decisión de la Unión Europea de prohibir cualquier suministro de gas ruso a partir de 2027, el portavoz presidencial ruso Dmitri Peskov afirmó: «Esto significa que Europa dependerá de un gas que es más caro, y a veces mucho más caro, que el gas ruso. De este modo, Europa se condena a utilizar fuentes de energía mucho más caras».
