
Al intervenir de manera virtual en la XXV Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América–Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), el mandatario denunció las amenazas de Washington en el Caribe y aseguró que Estados Unidos cerca militarmente a la región.
Ortega calificó como un robo el reciente secuestro de un buque petrolero y sus tripulantes por parte de Estados Unidos, hecho que las autoridades venezolanas consideran como la “inauguración de una nueva era de piratería naval criminal en el mar Caribe”.
A su juicio, esas agresiones apuntan contra todos los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

Resaltó la valentía y fortaleza del pueblo venezolano y expresó que “cada uno es Simón Bolívar y yo Hugo Chávez”, al subrayar la unidad entre el pueblo, el Gobierno del presidente Nicolás Maduro y la Fuerza Armada Bolivariana, a quienes calificó de ejemplo e inspiración para América Latina y el Caribe.
“Es cierto que a lo largo de la historia enfrentamos enemigos peligrosos que parecieran invencibles, y esos enemigos se derrotan con firmeza, con valor, sin dejar de caminar”, manifestó.
Sobre Estados Unidos, señaló que busca paralizar a los pueblos con amenazas, al tiempo que describió las sanciones como “mordidas” para aterrorizarlos.
El líder sandinista destacó las figuras de Fidel Castro y Hugo Chávez, a quienes atribuyó un salto decisivo en la defensa de los derechos y la identidad de los pueblos latinoamericanos con la creación del ALBA-TCP, y reiteró su solidaridad con Cuba.
Compartió además el planteamiento del presidente Maduro sobre la necesidad de organizarse para obtener mayores rendimientos, lo cual “va a dar una mayor fortaleza en todos los aspectos porque nos vamos a unir aún más de lo que hemos estado”. Ortega calificó esta reunión del bloque regional, dedicada al centenario del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro como una muestra de firmeza, valor y lealtad con los pueblos del área y con el legado de Fidel y Chávez.
En su discurso evocó el aporte histórico de Simón Bolívar y repasó las luchas del pueblo nicaragüense frente a las acciones de gobiernos estadounidenses, desde la época del filibustero William Walker hasta el triunfo revolucionario de 1979.
En ese contexto, resaltó la valentía de héroes nacionales como Benjamín Zeledón y Augusto C. Sandino, y afirmó que Nicaragua ha enfrentado de manera permanente conspiraciones para destruir el proceso revolucionario.
El copresidente también aludió a las recientes elecciones en Honduras y criticó la injerencia del presidente estadounidense, Donald Trump, por pronunciarse antes de los comicios sobre por quién debía votar ese pueblo.
Por otra parte, mencionó la guerra entre Rusia y Ucrania y afirmó que Moscú libra una batalla contra el nazismo.
Sostuvo que los pueblos quieren la paz, incluido el ucraniano, y señaló que el pueblo israelí también la desea, aunque —dijo— enfrenta a un gobierno de corte fascista que se ensaña contra el pueblo palestino.
Finalmente, se refirió a las deportaciones y la persecución contra miles de migrantes por parte del Ejecutivo estadounidense, a las que calificó como una expresión del racismo de los gobernantes de la nación norteña.

