Las Fuerzas Aeroespaciales de las Fuerzas Armadas de Rusia se han reforzado con dos nuevos bombarderos estratégicos Tu-160M, según declaró el ministro de Defensa ruso, Andrei Belousov.
Hablando en una reunión ampliada del Colegio Militar del Ministerio de Defensa, el alto funcionario subrayó que Rusia está en el proceso de modernización a largo plazo de sus Fuerzas Armadas ante las amenazas externas y el desarrollo de tecnologías innovadoras.
«El análisis de la situación político-militar muestra que las amenazas a la seguridad militar han cambiado de forma significativa en los últimos tres años», precisó, subrayando que la OTAN se prepara para un enfrentamiento militar con Moscú a finales de esta década.
Ante ello, explicó que se está llevando a cabo la construcción de unas Fuerzas Armadas modernas y de alta tecnología.
La versión modernizada del Tu-160, o ‘Blackjack‘, según la clasificación de la Alianza Atlántica, forma parte de la tríada nuclear (mar, tierra y aire) de las fuerzas de disuasión de Rusia, y a la vez causa admiración por ser el renacimiento de la nave, probablemente, más hermosa de la época de la Guerra Fría.
La aeronave es considerada una de las más bellas y elegantes de la aviación militar mundial, por lo que ha recibido el apodo de ‘Cisne Blanco’, el mismo que también responde a su revestimiento reflectante blanco, que lo protege del destello de luz generado por explosiones nucleares.
¿Qué hay de nuevo?
Aunque conserva la apariencia de su predecesor, el Tu-160M es un avión completamente nuevo en cuanto a sus características técnicas y capacidades de combate, creado con tecnologías digitales y otros desarrollos avanzados, como sistemas de comunicación, navegación, control y guerra electrónica.
El avión recibió nuevos motores, NK-32 Serie II, que aumentaron significativamente su alcance de combate. Puede volar más de 12.000 km sin repostar, incluyendo al menos dos horas a velocidad supersónica.
Su velocidad máxima supera los 2.000 km/h y su carga útil, las 40 toneladas. En estos parámetros, ningún otro avión de su clase puede igualar al Tu-160M. Todo ello permite al ‘Cisne Blanco’ actualizado atacar objetivos enemigos prácticamente en cualquier parte del mundo.
Dichos aparatos sirven como plataformas de lanzamiento para diferentes proyectiles, incluidos bombas de caída libre o guiadas de diversos calibres y misiles de crucero X-101.
Nacido en la URSS
El desarrollo de la aeronave comenzó en el punto álgido de la Guerra Fría, cuando la URSS y EE.UU. se vieron envueltos en una carrera armamentista nuclear a finales de la década de 1960. Los principales requisitos de este nuevo bombardero portamisiles eran su versatilidad y la capacidad de realizar vuelos intercontinentales. El Tu-160 fue desarrollado por la oficina de diseño Túpolev en los años 70 y 80.
En su vuelo inaugural, realizado en 1981, este modelo superó a su competidor más cercano, el bombardero estadounidense B-1 Lancer, en todos los aspectos clave: fue más rápido, más potente y de mayor alcance.
Una de las características relevantes del Tu-160 era su fuselaje integral con alas de geometría variable, lo que lo hacía más versátil. Con las alas completamente extendidas, el ‘Cisne Blanco’ puede despegar desde pistas cortas para este tipo de aeronave, mientras que en altitud pliega sus alas, lo que le permite alcanzar velocidades supersónicas.
Otra característica distintiva del bombardero es la abundancia de titanio, un material duradero y ligero, en su estructura.
Renacimiento del ‘Cisne Blanco’
En 2015, el Ministerio de Defensa de Rusia anunció el relanzamiento de la producción del bombardero y su actualización profunda. Se realizó un amplio trabajo para renovar las tecnologías soviéticas y modernizar la producción en la ciudad de Kazán, que había estado prácticamente paralizada en la década de 1990.
En noviembre de 2017, para impulsar el desarrollo de las tecnologías de producción del Tu-160M, la Planta de Aviones de Kazán ensambló el primer bombardero estratégico Tu-160 de la era rusa moderna.
En enero de 2018, la aeronave realizó un vuelo de demostración, presenciado por el presidente ruso, Vladímir Putin. En febrero de 2024, el jefe de Estado participó en un vuelo del bombardero estratégico Tu-160M.
El resurgimiento del ‘Cisne Blanco’ se ha convertido en el mayor programa de modernización de la producción aeronáutica de Rusia en la actualidad.


