C. Suárez (Unidad y Lucha).— El Estado español pertenece a esa misma estructura imperialista y sus gobiernos (el actual, y cualquier otro “alternativo”) actúan disciplinadamente con esa lógica.
Marruecos es el peón de la estrategia imperialista anglo-yanki-sionista en el noroeste africano. Es una decisión de larga data, con un hito en la Marcha Verde hace cincuenta años. La monarquía española es parte de la cuadrilla, de lo contrario hoy no estaría sentada en el Palacio Real.
La Resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de la maltrecha ONU el pasado día 31 de octubre tardó dos semanas en publicarse, cosa totalmente inusual. Un duro forcejeo por la coma y el término. Finalmente, la Resolución incluye la opción de la autonomía “como una base para la negociación”. Evidentemente resultado de las presiones y del chantaje de Marruecos y sus aliados. Pero no es una negación del derecho al ejercicio de la libre autodeterminación, que sigue sin cambios.
La liquidación de la soberanía nacional, como principio internacionalmente aceptado, es un objetivo central del imperialismo. Los pueblos darán duras y heroicas batallas contra esa pretensión.
TRES FACTORES GEOPOLÍTICOS Y ECONÓMICOS
Control del Estrecho de Gibraltar y el Mediterráneo. El litoral del norte africano está formado por países, de una u otra forma, sometidos al imperialismo: Egipto, Libia, Túnez, Marruecos (que pretende quedarse con la RASD y Mauritania). Un litoral próximo a los 10 000 km., en el que Argelia es la excepción. Maniobras desestabilizadoras allí, en un futuro próximo, no serán de extrañar.
Salida de África hacia occidente. Ese extenso litoral es la salida del continente hacia Europa y al destino americano. Salida económica, para el saqueo de todo tipo de materias y recursos, y salida migratoria en la huida del terror provocado por el expolio imperialista continuado.
La Cumbre de la OTAN 360º, celebrada en Madrid en 2022, que Pedro Sánchez valoró como un éxito político propio, calificó la migración irregular como una “amenaza vital” y decretó la necesidad de reforzar el “flanco sur”.
Recientemente, el Gobierno español ha financiado dos prisiones para inmigrantes en Mauritania, una demostración de política racista y supremacista. No hay límites para la destrucción de los derechos individuales y colectivos. Las prisiones en ese país son centros de tortura, violaciones y muerte. Marlaska, Albares y Sánchez: cómplices.
Marruecos y otras satrapías. Las políticas imperialistas del occidente colectivo cuentan con la complicidad y la colaboración de las satrapías, como la marroquí o la entidad sionista de Israel, que participan como aliados para el ejercicio de toda la violencia necesaria, sin que se les haga ningún cuestionamiento democrático.
El gobierno de Sánchez, y la monarquía española forman parte de esta lógica de la barbarie. Recuérdense las masacres de la playa de Tarajal (2014) o la de la valla de Melilla (2022). Ambas con total impunidad de sus responsables. Las satrapías también están al norte del Estrecho.
EL FACTOR DETERMINANTE: LA LUCHA DE LOS PUEBLOS
El imperialismo está en un callejón sin salida y su recurso diario ante ello es la violencia incontenible e incontrolada. La lucha de los pueblos es el factor determinante en la contradicción imperialismo-socialismo.
El pueblo saharaui no renunciará a la autodeterminación y a la independencia, activando cualquier forma de lucha, hasta lograr la victoria. En el Sahel soplan vientos favorables. Níger, Burkina Faso, Mali, etc., son parte de un nuevo movimiento africanista emancipador, que será un apoyo importante para el FPOLISARIO.
CANARIAS Y LA TRAICIÓN QUE VIENE
La situación en Ceuta y Melilla, donde el Gobierno español no consigue que el rey de Marruecos cumpla ninguno de los pactos suscritos, es una expresión de la correlación de fuerzas y del chantaje como práctica de la política internacional.
Las consecuencias para las islas Canarias son mayores. El futuro, en este contexto imperialista de guerra sistémica, será la militarización absoluta del archipiélago y su conversión en una potente base militar de la OTAN para sus intervenciones en África y en otras zonas. Eso quebrará totalmente la economía isleña. No importará, eso no será un obstáculo.
España no se atreve a trazar la mediana con el continente, la UE vuelve a firmar tratados de pesca ilegales que incluyen las aguas saharauis, el teluro del Monte Trópic (al sur de El Hierro) quedará en aguas disputadas con el ocupante marroquí, etc. Cobardía absoluta y renuncia a la soberanía de los Gobiernos de Madrid. Al Gobierno Canario no se le espera en esto.
Días pasados, marines yankis entrenaban en las islas con mercenarios del Canarias 50. El proceso de militarización internacional camina con paso firme.
La lucha popular y la defensa de la soberanía serán factores decisivos para combatir ese futuro. En el centro, el objetivo de un Estatuto de Neutralidad con reconocimiento internacional.
En una Canarias Libre y Socialista.
Con un Sáhara Libre e Independiente


