La contaminación del aire producto del tráfico automotor se ha precipidado en las ciudades españolas hasta mínimos históricos en el transcurso de los primeros días de confinamiento que rige en el país para contener la propagación del nuevo coronavirus.
Estos datos se desprenden de las mediciones llevadas a cabo por Greenpeace en Madrid y Barcelona. De acuerdo con los resultados, los niveles de dióxido de nitrógeno en esas urbes se ubican por debajo del 40 % de los valores que recomiendan la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Unión Europea.
Desde la organización ecologista informan que en Madrid y Barcelona se registra un 60 % menos de tráfico desde que esta semana se aplicara el estado de alarma y señalan que es «evidente» que apenas varios días sin tráfico son suficientes para despejar la atmósfera.