El ministro eslovaco de Economía y vicejefe de Gobierno, Richard Sulík, prefiere aceptar las condiciones de pago rusas para las importaciones de gas antes que dañar su propia economía si es necesario.
En la televisión pública dice: «No hay que cortar el gas. Por eso digo, aunque a algunos les parezca una postura demasiado pragmática: si la condición es pagar en rublos, entonces pagaremos en rublos».
La industria eslovaca no puede prescindir completamente del gas ruso, explica Sulik. Condenó la exigencia de Rusia de pagar las importaciones de gas en rublos como una violación de los contratos vigentes. Sin embargo, Sulik señaló que Eslovaquia obtiene actualmente el 85% de sus necesidades de gas de Rusia.