Según se conoció, durante esta jornada se escucharán los testimonios de Mauricio Marroquín, Juan Manuel Daza y Juan Carlos Sierra.
La audiencia celebrada la víspera contó con las comparecencias de Carlos López, alias Caliche, y Rodrigo Vidal.
El primero de ellos supuestamente fungió como enlace entre el exmandatario y Juan Guillermo Monsalve, el exparamilitar preso en la cárcel de la Picota, considerado como el testigo estrella del caso.
Según la declaración de López, no era cierto que él tuviera una relación con el exjefe de Estado y refirió que todo lo dicho a Monsalve eran mentiras que fabricó para tratar de convencerlo de grabar un video donde se retractaba de acusaciones anteriormente realizadas contra Uribe y sobre sus supuestos nexos con el paramilitarismo.
Como parte del proceso judicial, se revelaron interceptaciones en las que López dice estar mandatado por el exgobernante para convencer a Monsalve de cambiar sus señalamientos.
En otras grabaciones, hay pruebas de que Álvaro Hernán (entonces congresista y hoy presidente del Consejo Nacional Electoral) también estaría involucrado en los intentos acometidos para que el exparamilitar modificara sus imputaciones contra Uribe, acto por el cual presuntamente el reo obtendría beneficios jurídicos.
Mientras la parte acusadora sostiene que López sí tenía orientaciones del expresidente para lograr que Monsalve cambiara su versión, el equipo defensor alega que Uribe solo habría pedido al exparamilitar que dijera la verdad de los hechos.
También la fiscal Marlenne Orjuela llamó a testificar a Rodrigo Vidal, quien habría tenido contactos con alias Caliche.
Monsalve es considerado el testigo estrella del proceso porque grabó hace algunos años una conversación que tuvo en la cárcel con Diego Cadena, abogado presuntamente al servicio del exmandatario.
Con esa grabación, el testigo señala que le ofrecieron beneficios jurídicos a cambio de hacer una declaración a favor de Uribe donde se le desvinculara de sus presuntos nexos con el paramilitarismo, es decir, que intentaron sobornarlo.
El juicio penal, que comenzó el pasado 10 de febrero, es el primero de su tipo contra un exmandatario en la historia de Colombia.
