
El Gobierno de Venezuela condenó este viernes, 17 de octubre, «en los términos más enérgicos y firmes», los recientes bombardeos llevados a cabo por Israel contra la República Libanesa y su pueblo. El texto califica los ataques como una «agresión ilegal e injustificada» que socava las normas de convivencia global.
La misiva, difundida por el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, en sus redes sociales, sostiene que las acciones israelíes violan la Carta de las Naciones Unidas, el derecho internacional y los principios básicos de soberanía a los Estados.
El comunicado apunta que esta conducta es una «práctica común» por parte de Israel, quien actúa «iracundamente» en medio de una pérdida de credibilidad creciente.
La República Bolivariana de Venezuela interpreta la agresión como parte de una «estrategia guerrerista» del Gobierno israelí, «que busca cualquier excusa para socavar los esfuerzos que hace de la Comunidad Internacional por alcanzar la paz en Asia Occidental» y debilitar los intentos del Gobierno del presidente Joseph Aoun para fortalecer la soberanía y la estabilidad en Líbano.
Finalmente, Venezuela reafirma su «solidaridad y apoyo irrestricto» al pueblo libanés, sus instituciones y su Gobierno, al tiempo que reitera su compromiso con la paz y la defensa del derecho internacional, en línea con la Diplomacia Bolivariana de Paz, «porque la historia de las naciones se escribe con letras de luz en momentos cruciales como estos».
Una nueva oleada de bombardeos israelíes se registró la noche del pasado jueves, 17 de octubre, contra el sur y el este de Líbano, dejando un saldo de una persona fallecida y siete heridas. La víctima mortal se reportó en Shmustar, en el Valle de la Bekaa, mientras que los heridos se registraron en Ansar y Bnaafoul, en el sur.
Los ataques provocaron explosiones masivas y halos de luz visible a gran distancia, concentrándose la ofensiva más intensa en la provincia de Nabatieh. El ejército israelí confirmó los ataques nocturnos, asegurando que su blanco era una infraestructura del Movimiento de resistencia libanesa Hezbolá y una organización que supuestamente ayudaba en la reconstrucción de sus instalaciones, previamente destruidas por la entidad sionista.
Esta nueva escalada se produce a pesar del alto el fuego alcanzado en noviembre de 2024, manteniendo Israel su patrón de ataques contra el territorio libanés.