La Unión Europea este jueves presentó el borrador de la Hoja de Ruta de Preparación para la Defensa para 2030, que prevé la creación de un escudo espacial y un escudo aéreo contra Rusia, en medio de la retórica belicista del bloque.
El plan europeo está destinado a fortalecer las capacidades de defensa europeas. «La Hoja de Ruta de Defensa de hoy presenta un plan claro con objetivos compartidos e hitos concretos en nuestro camino hacia 2030. Porque solo lo que se mide se hace», manifestó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmando que el plan incluirá cuatro iniciativas: la Iniciativa Europea de Defensa contra Drones, la Vigilancia del Flanco Oriental, el Escudo Aéreo Europeo y el Escudo Espacial Europeo.
El Escudo Espacial Europeo estará integrado por sistemas de navegación y comunicaciones por satélite y fomentará el desarrollo de capacidades nacionales de defensa interoperables, centrándose en «la lucha contra las interferencias y la suplantación de identidad, y las operaciones y servicios espaciales, donde Europa presenta claras deficiencias y dependencias«, reza el documento. No obstante, la UE no reveló el presupuesto para la iniciativa, ni detalló que países participarán en su realización.
Otras iniciativas incluidas en el documento son el fortalecimiento de la defensa del flanco oriental de la UE, la creación de un sistema conjunto de defensa antimisiles para los Estados miembros de la Unión y el establecimiento de un «muro de drones», algo que los líderes europeos llevan debatiendo varias semanas. Además, la Hoja de Ruta también menciona a Ucrania, prometiéndole «apoyo continuo».
¿Qué se sabe del ‘muro de drones’ europeo?
En septiembre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuso un ‘muro de drones’ como una de las cuatro prioridades defensivas de la UE, que también incluyen vigilancia fronteriza, defensas aéreas y capacidades de inteligencia.
El proyecto, acordado por los ministros de Defensa de la UE, que busca crear una defensa aérea por capas, enfrenta sin embargo escepticismo, y fuentes internas lo consideran una estrategia de relaciones públicas para ocultar las dificultades que afronta el bloque. Mientras tanto, la no participación de Hungría crea un vacío crítico de 96.000 kilómetros cuadrados en el centro del proyecto.
En el pasado, la Comisión Europea había rechazado financiar una iniciativa similar de Estonia, Finlandia, Letonia, Lituania y Polonia.