
Al intervenir en el Encuentro de Juristas en Defensa del Derecho Internacional por la Soberanía y la Paz, el experto manifestó que esta reunión tiene lugar en un momento grave para la paz, seguridad y autodeterminación, ante el reciente y creciente despliegue militar de Estados Unidos en el mar Caribe.
Señaló que como en otras ocasiones este fue presentado bajo el eufemismo “de operaciones de seguridad o lucha contra el narcotráfico”.
El rector de la Universidad de Oriente subrayó que estas constituyen en realidad “una flagrante agresión de carácter imperial que vulnera el orden jurídico internacional del cual todos somos garantes”.
Entre las violaciones cometidas por el gobierno estadounidense con esta escalada y desplazamiento del 20 por ciento de su armada naval en aguas caribeñas, el jurista mencionó las violaciones al principio de prohibición del uso de la fuerza y de la amenaza del uso de la fuerza, y la erosión del principio de igualdad soberana.
Propuso, en tal sentido, un marco de acción concertada desde el multilateralismo regional, comprometido con la proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
Asimismo, convocó a rediseñar herramientas desde el Derecho Internacional, la diplomacia y acciones para que los Estados latinoamericanos y caribeños “puedan desarrollar y salvaguardar su soberanía, y la paz colectiva”.
Refirió que los mueve el ánimo de “defensa inquebrantable” de la Carta de las Naciones Unidas y los principios que han guiado las relaciones entre los Estados desde que finalizó la II Guerra Mundial.
Para el especialista en jurisprudencia, la presencia de buques de guerra, aviones de patrulla marítima y otros activos militares en las inmediaciones de zonas económicas exclusivas de los países del Caribe, constituye “un acto de injerencia y coerción ilícita”, además de intromisión en nuestros asuntos internos.
Acentuó que esa postura militar “busca cohesionar las decisiones políticas de los gobiernos soberanos, influir en sus alianzas internacionales y disuadir opciones políticas que Washington considera contrarias a sus intereses”.
Esta conducta, aseveró, viola el principio fundamental de no intervención consagrado en la Carta de la Organización de Estados Americanos en su Artículo 19 y en la Resolución 2625/25 de la Asamblea General de la ONU.
El doctor en Ciencias cubano afirmó que Estados Unidos actúa como si su poderío le confiriera “un estatus superior”, con lo cual viola la igualdad jurídica de todos los Estados, y expresó que esa proyección de fuerza militar “es la antítesis de la solución pacífica de controversias”.
En lugar de acudir a la negociación o los buenos oficios, indicó, el gobierno estadounidense recurre a la demostración de fuerza como instrumento de política exterior, que socava ese principio fundamental, expresó.

