
El régimen israelí aprobó desde enero la construcción de más de 26.000 viviendas para colonos en la ocupada Cisjordania, así lo denunció este viernes 14 de noviembre el Instituto de Investigación Aplicada de Jerusalén (ARIJ), asegurando que se trata de una de las operaciones de expansión colonial más extensas de los últimos años.
Según el organismo palestino, estos planes se distribuyen en 194 proyectos diferentes que, en conjunto, usurpan más de 30.000 dunams, equivalentes a unas tres mil hectáreas, de tierras palestinas. La expansión ha demostrado una concentración geográfica en zonas estratégicas.
La Gobernación de Jerusalén encabeza la lista con la planificación de 8.565 nuevas viviendas. Le siguen las gobernaciones de Belén, Jericó y Nablus, que suman una aprobación conjunta de 12.171 unidades (6.668, 3.211 y 2.292 respectivamente).
ARIJ acusa al Gobierno del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu de impulsar esta estrategia colonial mediante la apropiación de tierras, tanto privadas como públicas, lo que va acompañado de la demolición sistemática y el desplazamiento de familias palestinas.
De acuerdo con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), en Cisjordania «entre enero y septiembre de 2025, más de 39.000 personas fueron desplazadas por la fuerza por la violencia de las fuerzas israelíes y colonos».
El Instituto enfatizó que la política de asentamientos de Israel constituye una «flagrante violación» del derecho internacional. Citó específicamente el Cuarto Convenio de Ginebra de 1949, que prohíbe a la potencia ocupante trasladar a su propia población civil al territorio ocupado.
Asimismo, ARIJ recordó que la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reafirmó que los asentamientos en Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, carecen de validez legal y son un «obstáculo importante» para la paz.
Por otra parte, la institución advirtió que la continua construcción de colonias busca intencionalmente fragmentar y separar las ciudades y pueblos palestinos. Este objetivo estratégico socava las posibilidades de establecer un Estado palestino viable y geográficamente contiguo, haciendo imposible la implementación de la solución de dos Estados como base para un acuerdo de paz justo y duradero.
Actualmente, más de 750.000 colonos judíos viven en la Ribera Occidental y Jerusalén Este, distribuidos en aproximadamente 180 asentamientos reconocidos y 256 puestos de avanzada.

