
La agresividad de Trump hacia India, combinada con la devastación causada por la guerra de Gaza, acerca al país más poblado del mundo a Moscú, desde que el primer ministro indio, Narendra Modi, invitó a Putin a visitarlo en agosto de este año.
Trump anunció un impuesto aduanero del 50 por cien sobre las exportaciones indias, imponiendo sanciones al país por sus importaciones de petróleo ruso. Tras el anuncio, India firmó acuerdos con Rusia para profundizar la cooperación en los sectores aeroespacial, de tierras raras, aluminio, fertilizantes, transporte ferroviario y otros.
Antes de la iniciativa India-Oriente Medio-Europa (IMEC), China ya estaba explorando formas de acceder a los mercados occidentales evitando el Estrecho de Malaca, donde el comercio marítimo enfrenta retrasos y posibles derechos de aduana impuestos por Occidente. En 2023 Pekín buscó fortalecer su influencia en Oriente Medio, dentro de la Ruta de la Seda, a través de un proceso de apaciguamiento entre Arabia Saudí e Irán, con el objetivo de crear un corredor estable para el comercio y los flujos de energía.
Aprovechando la mejora de las relaciones regionales, China planeaba transportar mercancías y recursos naturales a través del Golfo Pérsico y, en última instancia, a Egipto, reduciendo así su dependencia del Canal de Suez y su exposición a aranceles y cuellos de botella occidentales. Era parte del plan a largo plazo de China de asegurar rutas alternativas para sus exportaciones a Europa, al tiempo que fortalece su influencia política en regiones de tránsito estratégicas.
Estados Unidos no utiliza a India como contrapeso a China
Estados Unidos veía a India como un socio estratégico capaz de contrarrestar la creciente influencia de China en Asia y el sector industrial mundial. El proyecto IMEC tenía como objetivo integrar a India en una red de rutas comerciales y logísticas que unieran Asia con Europa, ofreciendo así una alternativa a la Nueva Ruta de la Seda de China. El proyecto tenía como objetivo permitir a las empresas estadounidenses aprovechar la capacidad de producción india para seguir siendo competitivas con las cadenas de suministro chinas. Al colaborar con India, Estados Unidos buscó diversificar la producción mundial y reducir su dependencia de la industria china, posicionando a India como una plataforma central para la producción industrial de alto valor.
Al igual que China, India se encuentra entre las economías emergentes más prometedoras, con un rápido crecimiento y un enorme mercado interno. También ocupa el quinto lugar en el mundo en términos de influencia en los mercados manufactureros, lo que lo convierte en un actor clave en la reestructuración de las cadenas de suministro. El corredor IMEC, que conecta India y Europa por tierra a través de Oriente Medio, Grecia e Israel, brindó una oportunidad sin precedentes para acelerar el comercio, reducir costos y fortalecer la integración económica entre Asia y Europa.
El éxito del proyecto IMEC se basó en gran medida en la estabilidad regional y la seguridad energética. Por este corredor pasaría el gas natural, materia prima esencial para el crecimiento industrial y las industrias manufactureras de uso intensivo de energía, estimulando así las inversiones en infraestructura. Sin embargo, la guerra de Gaza trastocó el contexto político, retrasando la cooperación entre Israel, Grecia e India e impidiendo que el corredor se pusiera en servicio. La guerra ha puesto de relieve la fragilidad de iniciativas comerciales tan ambiciosas, demostrando que incluso las estrategias económicas más prometedoras son extremadamente vulnerables a la inestabilidad regional y colocando así el plan de Estados Unidos de utilizar a India como contrapeso a China en una situación precaria.
Como resultado, India no tiene más remedio que recurrir a Rusia para acceder a los mercados europeos. Además de las ventajas financieras o militares directas que podría obtener de dicha cooperación, ofrece la oportunidad de relanzar el corredor persa.
Historia del corredor persa
El Corredor Persa se estableció inicialmente durante la Segunda Guerra Mundial como una ruta de suministro vital para la Unión Soviética. Las fuerzas aliadas, principalmente británicas y estadounidenses, transportaron armas, alimentos y otros suministros esenciales a través del Golfo Pérsico, a través del sur de Irán, hasta la Unión Soviética para apoyar la lucha contra la Alemania nazi.
Su importancia estratégica residía en su capacidad para evitar las rutas atlánticas controladas por los alemanes y garantizar un suministro terrestre seguro al frente de Europa oriental. El corredor requirió importantes desarrollos de infraestructura, incluidos ferrocarriles, carreteras e instalaciones portuarias, sentando las bases para el papel posterior de Irán como centro de tránsito entre el sur de Asia, Oriente Medio y Eurasia. En su apogeo en 1942-1943, este corredor transportó millones de toneladas de suministros desde el programa de Préstamo y Arrendamiento a la URSS.
Después de la guerra, el corredor persa original perdió su vocación militar, pero dejó un importante legado de infraestructura de transporte. A lo largo de las décadas, y más particularmente a partir de la década de los noventa, el plan de conectar India, Irán y Rusia a través de una versión modernizada de este corredor ganó terreno, en paralelo con la evolución del comercio mundial. El nuevo corredor persa 2.0 prevé una red multimodal que combine puertos, ferrocarriles y carreteras para facilitar el transporte de mercancías de la India a Rusia pasando por Irán y el Mar Caspio, ofreciendo así una alternativa estratégica a rutas marítimas tradicionales, como el Canal de Suez.
INSTC y el renacimiento del corredor persa
El Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC) es la realización moderna de ese plan. India, Irán y Rusia firmaron el acuerdo INSTC el 12 de septiembre de 2000, que entró en vigor el 16 de mayo de 2002. Es una red multimodal de rutas marítimas, ferroviarias y por carretera diseñada para conectar India con Rusia y el norte de Europa a través de Irán y el Mar Caspio. Al conectar los puertos indios con los centros de tránsito iraníes y los puertos del Mar Caspio, el INSTC se basa en las bases logísticas del Corredor Persa y al mismo tiempo amplía su alcance al comercio en lugar del suministro en tiempos de guerra. Ofrece tiempos de tránsito reducidos, costos de envío más bajos y una mayor flexibilidad política, lo que permite a India, Rusia y otros países participantes fortalecer la cooperación económica.
El corredor fue diseñado como una alternativa comercial estratégica, que permite a la India exportar mercancías a Rusia y Europa evitando los puntos de cruce marítimo estratégicos y los derechos de aduana occidentales. Con el tiempo, otros países, incluidos Azerbaiyán, Turkmenistán y Kazajstán, se unieron a las discusiones, lo que convirtió el proyecto en una herramienta potencialmente transformadora para el comercio euroasiático.
A pesar de sus promesas, el INSTC encontró varios obstáculos en su implementación. Las tensiones políticas en Oriente Medio, los conflictos regionales y los retrasos burocráticos en los países participantes han ralentizado el progreso. Las dificultades de financiación y los desacuerdos sobre aduanas, logística e infraestructura portuaria han complicado aún más la situación. A finales de la década de 2010, el entusiasmo por el corredor se había desvanecido y el impulso hacia su plena puesta en funcionamiento había perdido fuerza en gran medida. La inestabilidad política y las cambiantes prioridades internacionales significaron que, aunque técnicamente viable, el INSTC no pudo alcanzar su máximo potencial durante este período.
Hoy, el acercamiento de intereses entre India y Rusia, facilitado por la cooperación con Irán, podría reactivar el Corredor Comercial Indo-Ruso (INSTC). Los esfuerzos de India por profundizar los vínculos con Rusia, particularmente frente a presiones externas como los aranceles estadounidenses, hacen que el corredor vuelva a ser estratégicamente atractivo. El papel de Irán como centro de tránsito en este eje refuerza aún más su importancia, permitiendo el transporte eficaz de mercancías desde India a Rusia y Europa a través del Golfo Pérsico y el Mar Caspio. Con una voluntad política fortalecida, inversiones en infraestructura y una mayor estabilidad regional, el INSTC finalmente podría hacer realidad su visión inicial: un corredor comercial más rápido, más económico y políticamente seguro que una el sur de Asia con el norte de Europa.
Rusia: columna vertebral del comercio euroasiático
Fortalecer los lazos entre India y Rusia a través del INSTC, combinado con las redes ferroviarias Transiberiana y Euroasiática que unen Rusia con China, ofrece a Moscú una oportunidad política y económica única. Por primera vez desde el fin de la Guerra Fría, Rusia se encuentra en la encrucijada de las dos economías de más rápido crecimiento del mundo –India y China–, ambas esenciales para la producción y la demanda mundial de energía. Al servir como principal puente terrestre entre el sur y el este de Asia y Europa, Rusia se beneficia no sólo de los ingresos por tránsito, sino también de una ventaja estratégica en las rutas comerciales históricamente dominadas por potencias marítimas y puntos de cruce estratégicos controlados por Occidente.
Si estos corredores se realizan plenamente, el territorio ruso podría convertirse en la columna vertebral del comercio euroasiático, facilitando el movimiento de bienes, energía y tecnologías entre Asia y Europa. El Ferrocarril Transiberiano ya conecta los centros industriales chinos con Rusia occidental y Europa, y con la incorporación del INSTC que conecta a India a través de Irán y la región del Caspio, Rusia controlaría efectivamente las principales rutas terrestres del comercio mundial. Esta integración daría a Moscú un papel central en la organización de las cadenas de suministro, la fijación de precios y el equilibrio de las influencias económicas de Pekín y Nueva Delhi, colocando a Rusia en el corazón de una nueva economía mundial terrestre emergente, que probablemente competirá con las redes comerciales marítimas tradicionales. de las potencias occidentales.
Jim Aristopoulos https://vtforeignpolicy.com/2025/11/india-turns-to-russia-and-abandons-the-west-russias-great-opportunity/


