
El presidente Xi Jinping mantuvo este lunes una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en un momento de máxima tensión geopolítica, ocasión en que el jefe de Estado chino expuso con claridad la posición de principios de Beijing sobre la cuestión de Taiwán, resaltando que la isla “es parte integral del orden internacional surgido tras la Segunda Guerra Mundial”, y respaldó cualquier propuesta de paz en el conflicto Rusia-Ucrania.
Recordó además que la cuestión de Taiwán es parte fundamental del orden internacional de la posguerra. Enfatizó que China y EE.UU. lucharon juntos contra el fascismo y el militarismo, por lo que consideró que es aún más importante que ambos países defiendan los resultados históricos de aquella victoria y eviten cualquier regresión que comprometa la estabilidad global.
Según la Cancillería china y la portavoz Mao Ning, el diálogo se desarrolló en un clima “constructivo”, reafirmando que desde la reunión que ambos sostuvieron en la ciudad surcoreana de Busán la relación bilateral ha mantenido un rumbo estable y positivo, valorado así desde una perspectiva binacional y desde la óptica de la comunidad internacional.
Xi subrayó que la experiencia histórica demuestra que la cooperación entre China y EE.UU. beneficia a ambos países, mientras que la confrontación los perjudica, y afirmó que existe un horizonte “real y posible” para que ambas potencias prosperen de manera conjunta.
En ese sentido, hizo un llamado a “ampliar la lista de cooperación y reducir la lista de problemas”, orientando la relación sobre la base de la igualdad, el respeto mutuo y el beneficio compartido.

El diálogo se produjo cuando Washington intenta liderar un plan de paz para poner fin al conflicto en Ucrania. En tal sentido, Xi afirmó que China apoya todos los esfuerzos dirigidos a alcanzar una paz justa y duradera en Ucrania, destacando que cualquier acuerdo debe resolver las causas profundas del conflicto.
La víspera, una delegación de alto nivel estadounidense encabezada por el secretario de Estado, Marco Rubio, el enviado especial Steve Witkoff, el secretario del Ejército Daniel Driscoll y el asesor presidencial Jared Kushner sostuvo en Ginebra una reunión calificada como “muy productiva” con representantes ucranianos. Ambas partes coincidieron en que cualquier pacto futuro debe respetar plenamente la soberanía de Ucrania y sentar las bases para una paz sostenible.
Mientras tanto, Rusia reiteró que continúa abierta a las negociaciones, reafirmando su compromiso con los puntos abordados en el último intercambio realizado en Anchorage (Alaska). Sin embargo, la discusión internacional sobre el futuro de Ucrania permanece fragmentada.
De acuerdo con medios, los aliados europeos de Kiev ya elaboraron un documento alternativo al plan estadounidense y lo enviaron a Washington, pero Rubio afirmó no tener conocimiento oficial de contrapropuesta alguna.
Para China, el desenlace del conflicto ucraniano no solo definirá la seguridad en Eurasia, sino también el equilibrio estratégico global y el margen de maniobra de las potencias que buscan evitar un escenario prolongado de confrontación.

