
China y Rusia han dado un nuevo paso en el fortalecimiento de su alianza estratégica con la realización de una patrulla aérea conjunta, la décima de su tipo. La operación se llevó a cabo sobre las aguas del mar de China Oriental y la vasta extensión de la parte occidental del océano Pacífico, según confirmó el Ministerio de Defensa de China en un comunicado oficial.
El ejercicio aéreo se inscribe en el marco del plan anual de cooperación bilateral, confirmando la solidez de los lazos militares entre ambas potencias. El comunicado chino destacó la naturaleza rutinaria de estas maniobras y su intención de mantener la estabilidad y la confianza mutua en una región de creciente tensión geopolítica.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia proporcionó detalles específicos sobre la composición de la fuerza aérea desplegada. El grupo aéreo estuvo formado por los bombarderos estratégicos rusos Tu-95MS y sus homólogos chinos, los bombarderos estratégicos Xian H-6K, aeronaves clave en el arsenal de largo alcance de ambos países.
El vuelo de coordinación se extendió por aproximadamente ocho horas y contó con la protección y apoyo de aviones de combate de última generación, incluyendo los rusos Su-30SM y Su-35S, además del caza chino Shenyang J-16. El ente militar ruso enfatizó que las aeronaves operaron en estricto cumplimiento del derecho internacional, sin violar el espacio aéreo de ningún Estado extranjero.
Esta patrulla de largo alcance se produce poco después de importantes consultas sobre defensa antimisiles y estabilidad estratégica celebradas a finales de noviembre en Moscú. Tras esa reunión, el ministro de Defensa ruso, Andréi Beloúsov, destacó el considerable aumento en el número de ejercicios conjuntos con China, una señal clara de la profundización de la cooperación militar.
Beloúsov también subrayó que la colaboración militar entre Moscú y Beijing se sustenta en una base de confianza y entendimiento recíproco de los intereses mutuos. Concluyó que las «relaciones amistosas y de confianza» entre los líderes de ambos países, Vladímir Putin y Xi Jinping, son un factor determinante y clave para consolidar aún más los lazos estratégicos ruso-chinos.
La novena «patrulla aérea estratégica conjunta» se llevó a cabo en noviembre de 2024. Estas acciones se suman a las patrullas de superficie conjuntas iniciadas en 2021, que se han realizado anualmente con buques como el Admiral Tributs de Rusia, el destructor Shaoxing y el buque logístico Qiandaohu de China en 2025.
Estos ejercicios constituyen a una serie de «iniciativas estratégicas» que subrayan la profundización de las relaciones de defensa entre las dos naciones.

