
Alberto Acevedo (Voz).— Como si se tratara de una reedición de la Edad de Oro de la Piratería, famosa por las incursiones de corsarios españoles sobre tierras de América, entre los siglos XVII y XVIII, o la remasterización del cinematográfico Capitán Jakc Sparrow, destrozando a espada limpia naves comerciales por aguas del Caribe, en pleno siglo XXI, las impetuosas aguas del mar se agitan bajo la tenebrosa presencia de un nuevo pirata, que amenaza con destruir el orden internacional y acomodarlo a los intereses de su bolsillo.
Pero la historia que se repite, no nos habla del temerario Barbanegra o del despiadado Henry Morgan, destripando naves de comerciantes por el Caribe. Se trate de un nuevo filibustero que en su andar criminal no adopta un seudónimo, o nombre de guerra y se hace llamar a sí mismo Donald Trump.
Y a su prontuario de asaltante, sumó la incautación de un buque petrolero de bandera venezolana, en hechos que se registraron el pasado 10 de diciembre, y sin dar más explicaciones, dijo: con este petróleo me quedo yo, ahora será mío, es mi regalo de navidad, y punto.
El asalto produjo de inmediato una ola de repudio que sacudió varios continentes. Rusia, China e Irán condenaron el hecho y pidieron explicaciones a Washington. Organizaciones sociales de distinta índole, como el grupo de países del ALBA, hicieron lo mismo. El gobierno bolivariano de Venezuela emitió un enérgico comunicado de condena a lo que calificó como una agresión a su soberanía.
Rechazo generalizado
“La República Bolivariana de Venezuela denuncia y repudia enérgicamente lo que constituye un robo descarado y un acto de piratería internacional, anunciado de manera pública por el presidente de los Estados Unidos, quien confesó el asalto de un buque petrolero en el mar Caribe.
“No es la primera vez que lo admite, ya en su campaña de 2024 afirmó abiertamente que su objetivo siempre ha sido quedarse con el petróleo venezolano sin pagar ninguna contraprestación a cambio, dejando claro que la política de agresión contra nuestro país responde a un plan deliberado de despojo de nuestras riquezas energéticas.
“Así mismo denunciamos que este acto de piratería busca distraer la atención y tapar el fracaso rotundo del show político montado hoy en Oslo, donde quedaron expuestas nuevamente las manipulaciones y la falta de resultados de quienes han pretendido durante años, sin ningún éxito, una operación de “cambio de régimen”, a través de la violencia y en abierta complicidad con gobiernos occidentales.
“Venezuela hace un llamado a todo el pueblo venezolano a mantenerse firme en defensa de la patria, y exhorta a la comunidad internacional a rechazar esta agresión vandálica, ilegal y sin precedentes que se pretende normalizar como herramienta de presión y saqueo.
Cayó la máscara
“El gobierno bolivariano reafirma que acudirá ante todas las instancias internacionales existentes para denunciar este grave crimen internacional, y defenderá con determinación absoluta su soberanía, sus recursos naturales y su dignidad nacional”.
Nicolás Maduro manifestó el mismo día del asalto que Washington utilizó el argumento de la supuesta lucha contra el narcotráfico como excusa para apoderarse del crudo de Venezuela. “Ayer se les cayó la máscara”, dijo el mandatario. “No son manicomios, ‘fake news’. No, no es el Tren de Aragua, ‘fake news’. No, no es el narcotráfico, ‘fake news’. No. Es el petróleo que se lo quieren robar”, puntualizó.
Señaló Maduro que las autoridades estadounidenses cometieron “un acto absolutamente criminal e ilegal”, cuando procedieron a un asalto militar, secuestro y robo como piratas del Caribe contra una nave mercantil, comercial, civil, privada, una nave de paz”.
Condenó la incautación del petrolero, afirmando que EE. UU. con este acto “ha inaugurado la era de la piratería naval criminal en el Caribe”. En este contexto prometió que su país tomará las acciones legales diplomáticas contra Washington y recurrirá a otras medidas para asegurar todas sus naves, con el objetivo de garantizar el libre comercio del petróleo venezolano en todo el mundo.
Vil acto de piratería
El presidente colombiano, Gustavo Petro, coincidió con las autoridades venezolanas en la condena a la incautación de un buque petrolero en las costas del Caribe. Sobre el verdadero motivo del despliegue de fuerzas navales norteamericanas en la zona, dijo: “Acaban de incautar un barco, es piratería. Petróleo, petróleo, es decir, están demostrando por qué están haciendo lo que hacen. Petróleo, petróleo y petróleo”, dijo el inquilino de la Casa de Nariño.
El gobierno cubano y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), se pronunciaron en la misma dirección a lo expresado por las autoridades del país suramericano. El canciller Bruno Rodríguez condenó en su cuenta de X el ‘vil acto de piratería y la incautación por fuerzas militares estadounidenses de un buque con petróleo venezolano, lo que contraviene las reglas del libre comercio y la libertad de navegación, en franca violación del derecho internacional”.
Por su parte, el ALBA destacó que “este hecho constituye una violación gravísima del Derecho Internacional y un ataque directo contra la soberanía de la República Bolivariana de Venezuela”. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dijo por su lado que México no ha variado su posición. “México siempre va a defender la autodeterminación de los pueblos, la no invasión, la no injerencia y la decisión de los pueblos de tener a los gobiernos que decidan los propios pueblos”.
También el canciller ruso, Serguéi Lavrov, dijo que su gobierno alberga la esperanza de que Washington, “por respeto a los demás miembros de la comunidad internacional, explique sobre la base de qué hechos está tomando estas medidas”.

