
El escenario político está marcado por la fragilidad institucional, la desconfianza interna y la compleja relación entre el presidente del país, Rodrigo Paz, y el vicepresidente, Edmand Lara, añadió la analista Susana Bejarano, citada por el periódico La Razón.
La gobernabilidad liderada por Paz –subrayó la experta- está en el “antimasismo” (sectores contrarios al antes gubernamental MAS, Movimiento al Socialismo), mientras las que le dan fuerza son las élites económicas, empresariales, sociales y de comunicación.
Por su parte, la también analista María Teresa Zegada coincidió con Bejarano en que el gobierno en el poder desde el 8 de noviembre es percibido aún como débil.
“Son pocas semanas de gestión y hay que darle el beneficio de la duda”, señala la especialista, pero aclara que esa debilidad inicial exige “una rápida consolidación política”.
Según Segada, el Presidente Paz enfrenta el desafío urgente de fortalecer la cohesión interna del Órgano Ejecutivo, tanto en términos técnicos como políticos.
“No se trata solo de nombrar ministros –opina- sino de lograr que en realidad todos se pongan al servicio de un proyecto político común”.
Para la analista, sin una conducción clara y sin disciplina interna, cualquier conflicto externo es amplificado, y erosiona la credibilidad de la actual administración ante la ciudadanía.
Otro paso necesario sería –de acuerdo con el trío de expertos- construir puentes con la Asamblea Legislativa, pues esa instancia está dividida entre oficialismo y oposición, y, además, profundamente fragmentada dentro de cada fuerza política.
“No estamos frente a bloques sólidos -considera Zegada- sino ante tensiones incluso personales dentro de cada bancada”.
Los tres citados analistas coinciden, además, en que la gobernabilidad no depende exclusivamente de la relación entre el presidente y el vicepresidente.
“Ése es un factor importante –estiman- pero no el único”.
El político de centro-derecha Rodrigo Paz, de 58 años, inició el 8 de noviembre un mandato de cinco años en este sufrido país suramericano, frente a un pueblo cargado de expectativas y en espera de cambios en la proyección nacional e internacional.
La nueva autoridad ejecutiva fue elegida en los comicios del domingo 19 de octubre con un 54,5 por ciento de los votos, tras un proceso que puso fin a dos décadas de control del Movimiento al Socialismo, uno de los partidos más influyentes en el desarrollo del país durante los últimos años.

