Artículos

La lucha de los chalecos amarillos cumple tres años

El movimiento de los chalecos amarillos se inició a finales de 2018 a causa de la subida de los precios de la gasolina por los nuevos “impuestos verdes”, un asunto que sigue de máxima actualidad hoy en Europa.

El mercado negro de oro: todo pasa por Dubai

Desde su creación en 2003, el sistema internacional de certificación de diamantes del Proceso de Kimberley (PK) ha contribuido a reducir la presencia de...

España, tierra de acogida

Juan Luis Corbacho.— Históricamente la Península Ibérica ha sido tierra de paso entre dos continentes. Aquí se asentaron todos los pueblos, menos los árabes,...

La huelga del metal en Cádiz. La lucha hoy ya no es solo por los salarios.

En la fase actual del capitalismo no hay ya margen de mejora en las condiciones laborales y de vida del proletariado. La burguesía arrecia...

UOC (mlm): Para el triunfo de la revolución se necesita un equipo de revolucionarios profesionales

Decía Lenin que «…Sin ‘una decena’ de jefes de talento…, de jefes probados, profesionalmente preparados e instruidos por una larga práctica, que estén bien...

Lecciones de la victoria

Nadie cuerdo puede negar que el 15N fue un rotundo fracaso para la contrarrevolución y un triunfo de los que defendemos el socialismo

Lo que habría que hacer aquí es una huelga…

La huelga, como último recurso, bien planificado y dirigido por un comité de huelga, representante de una plantilla que lo dirige y empuja en las asambleas de trabajadores y trabajadoras. Una huelga bien apoyada en unas finanzas mínimas para mantener la ausencia de sueldos durante esos días o semanas, vinculada a las organizaciones políticas, sociales y sindicales del entorno que les presta su apoyo y solidaridad, que coloca su propia narrativa ante los medios de comunicación. Estas son en teoría algunas de las claves del éxito de esta herramienta. La práctica depende de nosotros y nosotras.

¿Hay alguien aquí que recuerde a Vera Lynn?

Apenas hace unos meses, como tantos músicos reducidos a sus casas, Roger Waters retomó los instrumentos, se buscó acompañamientos remotos y grabó una sesión casi unplugged de música. En apariencia un homenaje de nostalgias, pero que al terminar con el We shall overcome the Pete Seeger se vuelve un canto de esperanza, como aquel que Vera cantaba a los soldados empeñados en derrotar al fascismo