Apologistas y defensores del régimen explotador; Nesti Karaguni, 1984

«La teoría marxista-leninista argumenta y la práctica ha probado que las transformaciones revolucionarias socialistas en la base económica, es decir en las relaciones de producción, y en numerosos campos de la superestructura, comienzan a operarse únicamente con la instauración de la dictadura del proletariado. Esta, de manera consciente y organizada, bajo la dirección del auténtico partido marxista-leninista de la clase obrera y apoyada en las leyes objetivas del desarrollo social, aplica profundas y amplias medidas revolucionarías para la liquidación del viejo régimen económico-social opresor y explotador y para la construcción de la sociedad socialista sin clases explotadoras, como primera fase de la construcción de la sociedad sin clases, el comunismo.

En oposición a estas enseñanzas sobre la dictadura del proletariado, como primer e imprescindible acto de la revolución socialista, así como sobre su papel determinante para la realización de transformaciones socialistas en la base económica y en la superestructura, los revisionistas soviéticos, en sus teorías sobre la «vía no capitalista de desarrollo» y de «orientación socialista» hacen hincapié principalmente en las reformas económicas.

Con la pretensión de que supuestamente «la lucha de los pueblos por la verdadera liberación social pasa cada vez más por la esfera de la economía», los revisionistas soviéticos tratan de crear una idea de que para pasar al socialismo debemos comenzar no con la instauración de la dictadura del proletariado, sino con transformaciones en el terreno económico, que realizaría gradualmente el Estado existente, a través de una infinita serie de fases o etapas de transición. Este Estado, al que califican de democrático revolucionario y en el que el poder está supuestamente en manos del pueblo trabajador, estaría dispuesto y en condiciones de realizar, según ellos, profundas transformaciones en todos los terrenos de la vida y de crear las premisas imprescindibles para realizar también la «transición al socialismo».

El modo en que tratan el problema del Estado los revisionistas soviéticos es enteramente antimarxista y burgués, tanto en la teoría, como en política. Son numerosos los hechos que demuestran que, independientemente de ciertas reformas de carácter democrático general realizadas en los países ex coloniales y en vías de desarrollo, en ellos predomina la propiedad privada sobre los medios de producción, tanto bajo la forma de propiedad de capitalistas particulares o de grupos de capitalistas, como bajo la forma del capitalismo monopolista de Estado. El poder político en estos países se halla en manos de las clases burguesas y feudales y en muchos de ellos incluso en las de las camarillas más reaccionarias, antes asociadas a los imperialistas, que oprimen y explotan al proletariado y a las masas trabajadoras. Las clases dominantes, en general, están estrechamente ligadas al imperialismo estadounidense, al socialimperialismo soviético o a otros imperialismos, cuyo capital, como evidencian los hechos, mantienen aún importantes posiciones en la economía de dichos países, y, de una u otra forma, se imponen incluso en su política. Es natural que este Estado y toda la superestructura erigida sobre la base económica y que es reflejo de ella, independientemente de los calificativos que puedan merecer, protegen la propiedad privada sobre los medios de producción, las relaciones económicas levantadas sobre aquéllas y está al completo servicio de las clases dominantes.

Es sabido que el Estado, mientras exista, tendrá siempre un acentuado carácter de clase. Naturalmente que entre los nuevos Estados nacionales de los países ex coloniales y poco desarrollados existen algunos que son más progresistas y democráticos que los que han venido a sustituir la época de la dominación colonial. Pero esto no significa que estos Estados se hayan convertido en Estados por encima de las clases o al margen de ellas. Ellos, como cualquier Estado, son Estados de una clase determinada y no en general del «pueblo trabajador», como pretenden los revisionistas soviéticos.

Los revisionistas soviéticos afirman que, en estos países simultáneamente a la realización de reformas en el terreno económico, habría cambiado también gradualmente el propio Estado y que, por tanto, se podría pasar de la dictadura democrático-revolucionaria a un Estado de tipo socialista mediante las reformas que deberían hacerse en el marco del régimen económico-social y político existente, como la creación de:

«Nuevas instituciones democráticas revolucionarias de poder». (Nauchniy komunizm; Nº.3, 1980)

Con la redacción de una:

«Legislación que exprese los intereses de las masas». (Nauchniy komunizm; Nº. 3, 1980)

Con el desarrollo de la lucha contra:

«El burocratismo en el aparato administrativo estatal». (Nauchniy komunizm; Nº. 3, 1980)

Con el reforzamiento:

«Gradual del aparato de Estado con cuadros autóctonos fieles al pueblo». (Pravda; Informe ante el XXVIº Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, 24 de febrero de 1981)

Y también:

«Mediante la profundización de la democratización del poder y del ejército». (Voprosi fillozofi; Nº.2, 1983)

Esto sería, según ellos este Estado reformado que permitirá, supuestamente de manera consciente, la transición al socialismo.

Puntos de vista semejantes al de los revisionistas soviéticos y pretensiones sobre la reforma del viejo Estado opresor y explotador, los predicaron ya en el pasado los Bernstein, los Kautsky, y demás oportunistas. Pero es sabido que Lenin, al desenmascararlos y demolerlos argumentó que las reformas que puedan hacerse al Estado opresor y explotador burgués no son de tal magnitud que expresen los intereses de las masas, sino que no afectan en absoluto la naturaleza de clase, el régimen económico-social y la dominación de las clases explotadoras. «Cambios» en el viejo aparato de Estado burgués se realizan continuamente, a fin de que el Estado se adecúe mejor a las nuevas situaciones, sobre todo para hacer frente a los movimientos y luchas revolucionarias crecientes que desarrollan el proletariado y los pueblos contra sus opresores. Pero los «cambios» de esta naturaleza en el aparato de Estado no tienen por objetivo crear las premisas para llevar a los países ex coloniales ni a los demás países capitalistas al socialismo, como pretenden los revisionistas soviéticos, sino que se realizan en función del continuo fortalecimiento de la dictadura burguesa o feudal-burguesa, para defender lo mejor posible los intereses y la posición de clase de las clases poseedoras de la sociedad.

Profundizando en sus prédicas antimarxistas sobre el Estado de «orientación socialista» de los países ex coloniales, Estado que supuestamente estaría en condiciones de llevar a cabo profundas reformas económicas y de conducir gradualmente a estos países al socialismo, que estaría supuestamente en condiciones de reformarse y transformarse gradualmente en «Estado de tipo socialista», los revisionistas soviéticos llegan, por consiguiente, a otra conclusión político-teórica: dejan entrever que para pasar al socialismo en tales países no hace falta ni la revolución proletaria, ni la destrucción del viejo Estado burgués, sino que por el contrario sería, necesario conservar y fortalecer el Estado existente. Esta conclusión se halla en flagrante contradicción con lo argumentado por los clásicos del marxismo-leninismo y que ha probado plenamente la práctica revolucionaria, el que para pasar al socialismo es imprescindible la revolución y como su primer acto y victoria la destrucción completa y hasta los cimientos del viejo Estado opresor y explotador.

Engels ha dicho que el Estado burgués es una fuerza especial de represión del proletariado por la burguesía. Por eso, para pasar a la sociedad sin clases, es preciso que esta fuerza particular sea reemplazada por otra fuerza especial, por el Estado proletario, como arma con la que el proletariado y sus aliados aplastarán la resistencia de la burguesía y de las clases explotadoras. Pero esta substitución, ha argumentado posteriormente Lenin, no puede ser realizada con «arreglos» ni «reajustes» del viejo aparato de Estado. Esto es posible únicamente rompiendo y destruyendo este aparato desde los cimientos, lo que solo es posible mediante la revolución proletaria violenta:

«La dictadura del proletariado no puede surgir como resultado del desarrollo pacífico de la sociedad burguesa y de la democracia burguesa; solo puede surgir como resultado de la demolición de la máquina del Estado burgués, del ejército burgués, del aparato burocrático burgués, de la policía burguesa». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; Fundamentos del leninismo, 1924)

Atribuyendo arbitrariamente y con fines especulativos al Estado burgués de los países calificados de «orientación socialista» características socialistas, que ni tiene ni puede tener ni en la teoría ni en la práctica, los revisionistas soviéticos le atribuyen al mismo tiempo actos supuestamente consecuentes y socialistas. Afirman que este Estado, después de:

«Liquidar la pobreza y superar el atraso socio-económico del país». (Voprosi fillozofi; Nº.10, 1978)

Adopta medidas y:

«Pone conscientemente obstáculos para que el capitalismo no se desarrolle». (Voprosi fillozofi; Nº.10, 1978)

Liquidando gradualmente las:

«Posiciones de los monopolios imperialistas, de la burguesía y de los grandes feudales nativos, limitando la actividad del capital extranjero». (Pravda; Informe ante el XXVIº Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, Pravda, 24 de febrero de 1981)

Y creando y fortaleciendo el sector estatal de la economía. Según ellos, en los países de «orientación socialista» se sigue:

«La línea de creación planificada de las premisas materiales y técnicas de desarrollo socialista». (Voprosi fillozofi; Nº.3, 1983)

Basta únicamente con analizar por poco que sea estas declaraciones oficiales de los políticos y de los teóricos revisionistas soviéticos para descubrir su posición antimarxista, antiproletaria, pro burguesa y reaccionaria.

En primer lugar, la creación del sector estatal de la economía en los nuevos Estados nacionales, que los revisionistas soviéticos consideran como el factor más importante para la «limitación consecuente» de las relaciones capitalistas y para el surgimiento de las relaciones socialistas de producción, tal como ha demostrado con innumerables hechos la práctica no aporta ni puede aportar ningún elemento de carácter socialista al terreno de las relaciones de producción. Engels ha subrayado que en los países capitalistas la transformación de la propiedad en propiedad del Estado no suprime el carácter capitalista de las fuerzas productivas ni las relaciones capitalistas, por el contrario, lejos de ser abolidas llegan al límite, a la cúspide.

También Lenin desenmascaró a todos los oportunistas y revisionistas que para evitar la revolución, intentaban embellecer al capitalismo presentando al capitalismo monopolista de Estado como un régimen no capitalista. La creación del sector estatal por la vía de las nacionalizaciones en las condiciones en que la burguesía mantiene el poder político e impone su dictadura, representa una forma particular de la propiedad burguesa, un capitalismo colectivo. Este capitalismo estatal no cambia de ningún modo la naturaleza del régimen explotador existente, no suprime la explotación del hombre por el hombre, ni el paro forzoso ni la pobreza. La posición y la situación de los obreros en las empresas estatales capitalistas es semejante, que la de los obreros de las empresas privadas capitalistas:

«El capitalismo de Estado, tal como ya lo ha probado una larguísima experiencia, es mantenido e impulsado por la burguesía, no para crear las bases de la sociedad socialista, contrariamente a lo que sostienen los revisionistas, sino para reforzar las bases de la sociedad capitalista, de su Estado burgués, para explotar y oprimir aún más a los trabajadores». (Enver Hoxha; Eurocomunismo es anticomunismo, 1978)

En segundo lugar, los revisionistas soviéticos hablan de una supuesta liquidación de las «posiciones de los monopolios imperialistas, de la burguesía y de los grandes feudales nativos», pero no mencionan en absoluto ni a la burguesía media ni a la pequeña burguesía, sobre todo a la pequeña burguesía urbana. Hablan, al mismo tiempo, de la «limitación de la actividad del capital extranjero», pero no de su liquidación. Según parece, tanto la burguesía media, y la pequeña burguesía nacional, como el capital extranjero, aunque un tanto «limitado», estarían presentes en el futuro régimen «socialista». De este modo –siempre según los soviéticos– los países de «orientación socialista» pasarían gradualmente al «socialismo» junto con la propiedad capitalista de Estado, con la propiedad privada capitalista media y pequeña e incluso con el capitalismo extranjero, es decir, de hecho sin ninguna modificación radical en el terreno de las relaciones de propiedad, con todo capitalista y con nada socialista.

En tercer lugar, los revisionistas soviéticos pretendiendo que desde el triunfo de la revolución antiimperialista de liberación y la proclamación de la independencia nacional en los países ex coloniales y hasta que se produzcan en ellos las premisas que den inicio a las transformaciones para pasar al socialismo, se precisa un período prolongado, niegan de hecho la necesidad de la revolución socialista y sus preparativos, dejando el socialismo para un futuro incierto y lejano. Afirman que el llamado curso consciente y gradual de la orientación socialista:

«Determina el proceso de desarrollo no capitalista, como prolongación en el tiempo del proceso revolucionario». (Leninskaya Teoriya socialisticheskoy revoljucii i sovremyenost; Moskva 1980)

La prolongación en el tiempo de este proceso, según ellos, plantearía supuestamente la necesidad de que el «avance» se efectúe gradualmente, a través de numerosas etapas de transición que permitan evitar que se:

«Fuercen artificialmente las transformaciones sociales». (Mezhdunarodnaya zhisny, Nº. 3, 1981)

Y esto hasta que alcancen un nivel que se acomode al socialismo y el proletariado crezca y se desarrolle al punto de constituir la mayoría de la población.

No es difícil comprender que estas concepciones son idénticas a la teoría oportunista de las «fuerzas productivas» de Kautsky y de otros oportunistas que en el pasado desenmascaró Lenin. Son semejantes a las teorizaciones y deformaciones antimarxistas de los revisionistas yugoslavos en lo referente a las etapas de la revolución, a los momentos y las vías de transición de una etapa a otra, que trataban de imponer a nuestro partido a fin de que fueran aplicadas en Albania. Para no quemar las etapas de la revolución «aconsejaban» que no se hiciera de manera inmediata el paso de la primera etapa democrática a la segunda etapa socialista de la revolución; defendían la idea antimarxista, según la cual, puesto que éramos una democracia popular, la burguesía no debería ser tocada, ya que de lo contrario, según los titoistas, se quemarían las etapas; proclamaban como camino de transición de la primera etapa de la revolución a la segunda la vía de las reformas y sacaban la conclusión de que la transición de una a otra etapa debe prolongarse en el tiempo. Es sabido como Lenin desenmascaró y refutó la teoría de las «fuerzas productivas» y como, al descubrir la ley objetiva del desarrollo económico y político desigual de los países capitalistas en la época del imperialismo, llegó a la conclusión y argumentó que la revolución puede estallar y triunfar también en algunos países, e incluso en uno solo, allí donde el eslabón de la cadena imperialista sea más débil, independientemente de si este país no se halla entre los más desarrollados en lo que se refiere a las fuerzas productivas. El eslabón más débil de la cadena imperialista será el país donde se exacerben todas las contradicciones sociales y de clase y se cree una situación revolucionaria, allí donde el proletariado haya creado su propio partido marxista-leninista y esté preparado para las grandes batallas revolucionarias. Lenin argumentó asimismo que el triunfo de la revolución democrática de liberación puede y debe servir como etapa preliminar de transición al socialismo, porque en el imperialismo se crean condiciones tales que la revolución, teniendo a la cabeza al proletariado y a su partido marxista-leninista, puede desarrollarse de manera que pueda pasar lo más rápidamente posible de la etapa de la revolución democrático-burguesa a la etapa de la revolución socialista, instaurar la dictadura del proletariado y construir el socialismo y el comunismo.

Estas enseñanzas de Lenin las confirmó la práctica de la revolución de octubre de 1917 en Rusia y la construcción del socialismo en la Unión Soviética en su época y en la de Stalin. Esto lo confirma asimismo la revolución y la construcción del socialismo en Albania. Es sabido que la Albania de antes de la liberación era un país relativamente atrasado desde el punto de vista económico-social y cultural. Era un país esencialmente agrario, con una industria casi inexistente y con un bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas. La clase obrera era poco numerosa, dispersa, y no formada como proletariado industrial, aún no había alcanzado madurez organizativa ni política. Pero sin embargo este estado de cosas no impidió al Partido Comunista de Albania, organizar y llevar a la victoria la lucha de liberación nacional, preparar las condiciones, organizar y dirigir, simultáneamente la lucha por la liberación nacional, la lucha por el progreso social, instaurando en primer lugar el poder popular, como dictadura de las fuerzas democrático-revolucionarias, pero que cumplía al mismo tiempo las funciones de dictadura del proletariado y que introdujo rápidamente al país por el camino de la construcción socialista. (Nesti Karaguni; La esencia reaccionaria de la teoría revisionista soviética de la «orientación socialista», 1984)

Sobre la desviación derechista en el Partido Comunista (bolchevique) de la Unión Soviética; Stalin, 1929

Introducción de «Bitácora (M-L)»

Era deber rescatar uno de los documentos de Stalin referentes a la lucha contra la tendencia derechista dentro del Partido Bolchevique, la cual tuvo como actor fundamental a Bujarin. El documento consta de una caracterización del cuerpo ideológico de esta desviación en donde se demuestra la inconexión de estas ideas con el marxismo-leninismo, en un momento de agudización de la lucha de clases y de plena ofensiva socialista contra los elementos capitalistas en el interior del país. Será pues de gran utilidad para el lector interesado en la formación político-ideológica, al tiempo que le permitirá detectar las mismas desviaciones en las organizaciones y luchas contemporáneas. Entendemos pues que un exhaustivo repaso en lo referente a la vigilancia, detección y eliminación de dicha desviación es totalmente necesario para los marxista-leninistas de todo tiempo, no sólo porque el «derechismo» ha causado últimamente más perjuicios que el «izquierdismo», sino porque al estudiar concienzudamente dicha figura, el bujarinismo, se observará que esta es la fuente primaria de inspiración para otros revisionismos: Browder en Estados Unidos, Tito en Yugoslavia, Mao Zedong en China, Gomułka en Polonia, Nagy en Hungría, Sejfulla Malëshova en Albania o el propio Voznesensky años después en la Unión Soviética.

Se podrá apreciar como Stalin comenta y refuta varias de las tesis de los oposicionistas. La lucha se terció:

1) Las teorías que bregaban por el mantenimiento de un campo de pequeños productores privados, en lo que se llamó inicialmente la «teoría del equilibrio» –sin ver el cambio cualitativo que supone el koljoz ni las relaciones que establece con el Estado socialista–;

2) La mutación de estas posiciones antimarxistas en la última resistencia tras comenzar la colectivización a gran escala: la teoría de la «integración de las clases explotadoras» del campo y la cuidad en el sistema socialista –queriéndose por ejemplo otorgar las mismas prerrogativas y trato desde el Estado al kulak que al resto de campesinos por ejemplo en dicho proceso de colectivización–;

3) Contra el intento de aminorar la tasa impositiva al campesinado a la hora de la industrialización, haciéndose eco del «retraso» de la Unión Soviética pero queriendo superar el atraso industrial mediante mecanismos antimarxistas;

4) Contra el peligro que nace de quién no comprende que mientras no exista en su plenitud el sector socialista, el sector capitalista se reproduce aunque sea a pequeña escala y poco a poco engendra burguesía, como es el caso de la reproducción de pequeños productores, pero también por supuesto los concesionarios o el kulak, y por tanto se mantienen la explotación del hombre por el hombre;

5) Contra la absurda idea de que el explotador perderá el ánimo al lucro y entregara su poder económico y político para que el socialismo triunfe –pese a perjudicar a sus intereses de clase–;

6) Contra la idea pequeño burguesa que reniega de la industria y su incidencia en la colectivización impidiendo que el campesino perciba el cambio y beneficio que supone la nueva organización mecanizada;

7) Contra el intento de los oposicionistas de disipar las diferencias de principios dentro del partido y comprenderlas como diferencias insignificantes, contra la idea de la coexistencia de ideas burguesas y pequeño burgueses en el partido proletario y su enquiste en el partido bajo fracciones y líneas. En definitiva, la lucha contra la desviación derechista dentro del partido es la lucha contra la idea liberal de un socialismo que beneficie a explotadores y explotados.

8) En contra de la idea de que el partido es una tertulia familiar o un club de amigos. Con ello se busca fustigar la idea que es normal que en cada militante, a la hora de desempeñar sus tareas puede primar la familiaridad, las amistades personales y otros factores que a la hora de emitir opiniones, críticas y autocríticas sobre temas políticos distorsionan la verdad.

Notas

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La vida de los otros

Respiro hondo, en un principio alucino en colores, luego me digo a mi mismo –Coño lo estoy haciendo bien, estos hijos de puta están ladrando, el puto estado, sus criminales, sus terroristas compinches me vigilan, que enorme satisfacción.

Ahora son parte de mi cotidianeidad, controlan mi vida, la vida de los otros, están presentes, los insulto cuando hablo con algún amigo o amiga y de repente el ordenador se me apaga solo, se me bloquea, están ahí y son tan cobardes que no se atreven a dar la cara, solo miran, quizá se masturben como mirones enfermos leyendo desde sus siniestros cuarteles lo que escribo, lo que opino, lo que hago en mi trabajo de escritor combativo, anti sistema, anti capitalista, revolucionario.

Nunca imaginé que esta España de pandereta, tortura, corridas de toros, hambre infantil y corrupción política y real generalizada pudiera caer tan bajo, espiar a alguien tan humilde como yo, un luchador social que no busca dinero, ni honores, solo seguir combatiendo por un mundo mejor, más justo, más solidario, más humano.

El caso es que ahora me corto menos a la hora de escribir y opinar, se que estos esbirros, estos infelices utilizan, según mi amigo informático, tecnología militar para espiarme, la misma que usan para los terroristas, para ellos soy un terrorista de las letras, alguien que opina libremente, que no se vende, que no entra en el juego de este sistema criminal.

Tapo la cámara de mi portátil no porque me den miedo, solo para que no vean mi casa, mi lugar de descanso y creación, se que están ahí, que no hay programas espías que los controlen, que seguirán mirando desde sus oscuras guaridas mi tranquila vida.

Pero sigo escribiendo, no paro, me dan fuerza, no los odio, no puedo, no me nace, nunca podría experimentar esa rabia que solo habita en mentes criminales, aunque tipejos como ellos asesinaran en el 37 a parte de mi familia simplemente por pensar diferente.

La vida de los otros, mi vida, la vida de millones de personas espiadas por esta gentuza, por unos esbirros que no sirven para nada, que no aportan nada a la madre tierra, que matan en Palestina, en Siria, en Afganistán, en Libia, en Irak, que expropian cada día en España a más de 600 familias, que solo sirven para llenar de sangre los humildes suelos de los hogares pobres de la gente honrada.

Solo quería que lo supieran queridos/as lectores/as, queridos/as amigos y amigas que comparten este espacio de combate. Gracias por estar al otro lado de esta trinchera de amor y ternura.

http://viajandoentrelatormenta.blogspot.com.es/

[Chile] Paro del Registro Civil: Síntomas de un Estado débil

El paro del registro civil evidencia síntomas de un Estado débil que va por un mal camino. La clase política y gobernante debería hacer un esfuerzo por recuperar la fortaleza perdida. De nada sirve dar marcha hacia adelante si tarde o temprano la locomotora del Estado podría descarrilarse.

La clase gobernante debe tomar nota de los acontecimientos recientes dados dentro de un ambiente que poco a poco se ha venido enrareciendo.

El Estado no puede dar espacio para que sectores estratégicos paralicen actividades. Los sectores estratégicos deben permanecer «satisfechos». Mantener sectores estratégicos insatisfechos es una mala jugada, ya que abre la puerta a la propia impopularidad o bien al interés privado.

La llegada de la «satisfacción» a sectores estratégicos podría ahorrar un gran dolor de cabeza a la clase gobernante, la cual hoy debe hacer frente tanto a la corrupción como al ambiente de desconfianza.

Si no atendemos la «satisfacción» de sectores estratégicos del Estado estaremos abonando el camino a caminos tortuosos con destinos poco agradables. Eso sí, «engordar la vaca» pero eliminando «malas costumbres» que han permitido actual proceder. No podemos estar al servicio de las «pataletas» de un «niño» malcriado e irresponsable, lleno de comodidades. Hay que educar y poner límites.

Debemos entender que el actual modelo económico neoliberal está en descenso en América Latina porque no han sabido entender la importancia de tener un Estado robusto para la consecución de objetivos trazados en favor de los gobernados.

Si la prioridad es el pueblo, entonces se debiera enfocar en el fortalecimiento del Estado. Llega a ser vergonzoso para el gobierno de Michelle Bachelet tener que hacer frente a «cuentas impagas» dentro de la propia casa y, más aún, cuando existen «dificultades» para asumir responsabilidades.

Chile es un país muy rico en recursos naturales y no debiera desaprovechar la oportunidad que le brinda ello para robustecer el Estado; sería beneficioso tanto para la clase gobernante como para los gobernados. Obviamente sería perjudicial para las elites económicas, pero, si éstas desean preservar un ambiente de estabilidad para sus intereses, deberían estar abiertos a ciertos ajustes al Estado e incluso promoverlos. No querríamos repetir el hastío producido en el continente de un Estado débil junto con la aparición de fuerzas «populistas» ¿verdad?

@NStolpkin

La autolisis política de Erdogan

Hasta ahora Turquía ha vivido polarizada entre un nacionalismo laico, propio de los sectores urbanos más desarrollados, y un islamismo tradicional en el que se ha refugiado la población rural más desfavorecida y con el afán de refundar la Turquía moderna, Erdogan, nuevo “padre de la patria” (Atatürk), trata de unir islamismo , nacionalismo y europeismo con su entrada en la UE. El Partido de la Justicia y el Desarrollo (Adalet ve Kalkınma Partisi o AKP); a menudo denominado en Turquía Ak Parti”, ya que sus seguidores emplean el vocablo en turco Ak, (que significa blanco, limpio, o intachable) para identificar a su partido) , sería en sus inicios un partido conservador moderado, de tendencia demócrata-musulmán, a la imagen y semejanza de los partidos demócrata-cristianos europeos pero tras el desapego afectivo de Erdogan respecto a Occidente, habría evolucionado hacia un partido islamista-presidencialista con claros tintes autocráticos.

Adhesión de Turquía a la UE

Las discusiones de adhesión, que se iniciaron en octubre de 2005, están prácticamente estancadas y algunos países del bloque como Francia y Alemania se oponen a darle a Turquía el estatuto de miembro pleno y prefieren la perspectiva de una asociación, aunque la cuestión de fondo de la firme oposición franco-alemana es el temor a la pérdida de poder político, pues con el nuevo Tratado de Lisboa, la población pasará a ser un elemento determinante para medir la importancia de cada país en la UE. Así, la gran conquista de Alemania en el nuevo tratado, ( el reconocimiento a su mayor peso tras la reunificación) , se desvanecería a la luz de la bomba demográfica que representa Turquía, pues en la UE vivirían en la actualidad más de 3,7 millones de turcos,( cifra que corresponde casi a la población de Irlanda) y se calcula que en el momento de la adhesión definitiva, la población musulmana de la UE aumentaría del 5% actual a cerca del 20% de la población total. El segundo impedimento para los turcos con vistas a la adhesión es el diferencial de Renta per cápita con respecto a la UE , por lo que existe el temor de que el nuevo socio acapare la mayor parte de los fondos europeos.

Sin embargo, dicha política podría volverse en contra de la UE, pues los procesos de adhesión han funcionado como un instrumento democratizador y reformista del continente y caso de cerrarse el proceso de ampliación, sin Turquía, se corre el riesgo de que los valores democráticos que la UE ha exportado hacia los países de la la extinta URSS, sean reemplazados por los ideales expansionistas de la Nueva Gran Rusia, (con lo que se alteraría notablemente el escenario geopolítico europeo para la próxima década), por lo que el presidente estadounidense Barack Obama apoyó en Praga la candidatura de Turquía a la Unión Europea (UE), al decir que “avanzar hacia la adhesión de Turquía a la UE sería una señal importante de nuestro compromiso con esta agenda y de que seguimos amarrando Turquía a Europa”. pues Turquía era entonces para Obama el paradigma de país islamista moderado y demócrata que desearía exportar al resto de países del Oriente Próximo, por lo que Erdogan contaba con el apoyo incondicional de Obama al convertirse Turquía en elemento de referencia en el laberinto geopolítico de Oriente Próximo.

La deriva autocrática de Erdogan

La autocracia, del griego autos (por sí mismo) y kratos (poder o gobierno), sería la forma de Gobierno ejercida por una sola persona con un poder absoluto e ilimitado, especie de parásito endógeno de otros sistemas de gobierno (incluida la llamada democracia formal), que partiendo de la crisálida de una propuesta partidista elegida mediante elecciones libres , llegado al poder se metamorfosea en líder Presidencialista con claros tintes autocráticos (inflexible, centralista y autoritario), lo que corrobora la tesis de Lord Acton “El Poder tiende a corromper y el Poder absoluto, corrompe absolutamente”. Los sistemas autocráticos (gobiernos de facto), serían pues una especie de dictaduras invisibles sustentados en sólidas estrategias de cohesión (manipulación de masas) y represión social ( promulgación de Decretos-Leyes que rozarían la constitucionalidad pero que quedarán revestidos por el barniz democratizador del Tribunal Supremo de turno ), síntomas evidentes de una deriva totalitaria

Erdogan tendría como objetivo inequívoco la implementación del Estado Islamista-Erdoganista, lo que supondría el finiquito del Estado Secular que en 1923 implantó el Padre de la Turquía Moderna, Mustafa Kemal, quien creía que “el secularismo y la europeización de Turquía eran los medios más aptos para transformar su país en una nación industrial moderna”, con lo que el kemalismo dejó como herencia una crisis de identidad en la sociedad turca, (europeizada pero no integrada en las instituciones europeas y musulmana pero extraña al mundo islámico). Así, la implantación del Estado Islamista-erdoganista se plasmaría en pinceladas como la implantación de la enseñanza del Corán en la escuela Primaria, restricciones a la libertad de expresión en forma de encarcelación de periodistas opositores (según Reporteros sin Fronteras, Turquía ocuparía el puesto 154 en el Índice Mundial de Libertad de Prensa en el 2014), la polémica restricción de venta de alcohol y el anunciado despliegue de la policía en los campus y residencias universitarias que podría desencadenar un nuevo Mayo del 68.

Erdogan como obstáculo

El mandato de Erdogan como primer ministro finiquitaba en el 2015 sin posibilidad de reelección por lo que tras su cómodo triunfo en la Elecciones presidenciales (51,8% de los votos), tan sólo le restaba que prosperara la reforma constitucional que el propio Erdogan y el AKP proponían y para lo que necesitaban la mayoría simple en el Parlamento turco con el objetivo de implantar la nueva República Islámica de Turquía en el horizonte del 2016 e instaurar un Gobierno Presidencialista con poderes cuasi ilimitados, con lo que Turquía se convertiría de facto en un régimen autocrático en el que la lealtad a los intereses anglo-judíos en Oriente Próximo estaría en entredicho debido al previsible apoyo de Erdogan a la facción palestina Hamas y a los Hermanos musulmanes y al consiguiente enfrentamiento con Israel y Egipto así como la guerra sin cuartel declarada contra el PPK kurdo y su aliado sirio el PYD que chocaría con la nueva estrategia geopolítica de EEUU para la zona. Así, Kemal Kiliçdaroglu, líder del principal partido opositor turco, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), ha afirmado que los «tambores de guerra» son parte de la estrategia para reforzar la autoridad de Erdogan después de que su Partido de Justicia y Desarrollo (AKP) perdiese la mayoría en las elecciones del pasado 7 de junio pues la obsesión de Erdogan sería impedir el surgimiento de una autonomía kurda en Siria que sirva de plataforma al PKK por lo que el Congreso turco habría aprobado una ley que permite al Ejército turco (TSK) entrar en Siria e Irak para combatir a “grupos terroristas”, eufemismo bajo el que se englobarían no tanto el ISIS como el PKK y el PYD kurdo-sirio, aliado y hermano del PKK.

Sin embargo, la Administración Obama estaría estudiando implementar el llamado Plan Biden-Gelb, aprobado por el Senado de EEUU en el 2007 y rechazado por Condolezza Rice, Secretaria de Estado con George W. Bush, que preveía la instauración en Irak de un sistema federal con el fin de evitar el colapso en el país tras la retirada de las tropas estadounidenses y proponía separar Irak en entidades kurdas, chiíes y sunitas, bajo un gobierno federal en Bagdad encargado del cuidado de las fronteras y de la administración de los ingresos por el petróleo. Así, tendríamos el Kurdistán Libre presidido por Masoud Barzani con capital en Kirkust y que incluiría zonas anexionadas aprovechando el vacío de poder dejado por el Ejército iraquí como Sinkar o Rabia en la provincia de Ninive, Kirkuk y Diyala así como todas las ciudades de etnia kurda de Siria liberadas por la insurgencia kurda del PYD sirio (región autónoma de Rojava)y el sudeste de Turquía controlado por el PKK. El nuevo Kurdistán contará con las bendiciones de EEUU y dispondrá de autonomía financiera al poseer el 20% de las explotaciones del total del crudo iraquí con la “conditio sine qua non” de abastecer a Turquía, Israel y Europa Oriental del petróleo kurdo a través del oleoducto de Kirkust que desemboca en el puerto turco de Ceyhan , por lo que Erdogan sería un obstáculo para el diseño de la nueva doctrina de EEUU.

¿Golpe de mano contra Erdogan?

El Ejército turco (TSK) desempeña un importante papel político en la sombra, puesto que se consideran los guardianes de la naturaleza secular y unitaria de la República siguiendo los postulados kemalistas y los partidos políticos juzgados como anti-seculares o separatistas por el Poder Judicial Turco (a instancias del estamento militar), pueden ser declarados ilegales y ya en vísperas de la elección de Abdullah Gül como Presidente de Turquía ( agosto del 2007), las Fuerzas Armadas afirmaron que “intervendrán decisivamente en la defensa del laicismo ante los esfuerzos de determinados círculos de socavar los valores fundamentales de la república que han aumentado claramente en tiempos recientes”, advertencia próxima a la retórica del Golpe Militar de 1.980 y que podría extrapolarse a la situación política actual caracterizada por la inestabilidad política, las masacres de Diyarbakir, Suruq y Ankara contra la población kurda y la guerra declarada contra el PKK. Ante esta situación, no sería descartable que el ejército turco (TSK) protagonice un nuevo golpe “virtual” o “posmoderno” que acabaría con el mandato del Primer Ministro Erdogan, (rememorando el ‘golpe blando’ de 1997, cuando los generales kemalistas arrebataron el poder al Gobierno del presidente Necmettin Erbakanpor, quien lideraba una coalición islamista), golpe que contaría con las bendiciones de Washington al haber dejado Erdogan de ser un peón útil para la estrategia geopolítica de EEUU basada en la implementación de “golpes virtuales o postmodernos“ en los países de la zona (Egipto) con el objetivo de sustituir a los regímenes islamistas surgidos de las urnas por regímenes militares presidencialistas en el marco del nuevo escenario geopolítico mundial surgido tras el retorno al endemismo recurrente de la Guerra Fría entre EEUU y Rusia, quedando Siria y Turquía como portaaviones continentales de Rusia y EEUU respectivamente.

GERMÁN GORRAIZ LÓPEZ-Analista

Derecha latinoamericana: Una plaga a erradicar en la Patria Grande

A propósito de las elecciones argentinas del venidero domingo, es válido recordar cuánto arruinaron a esa rica nación de la Patria Grande, las dictaduras militares impuestas en Buenos Aires por sectores conservadores, y ejecutivos “democráticos” disfrazados de ovejas, pero lobos al fin, todos al servicio de la oligarquía, y de Estados Unidos.

Unos vestidos de militares y con armas asesinando en las calles, y otros de cuello blanco robando, al igual que los primeros, vendieron y quebraron una y otra vez a esa nación sudamericana, que comenzó a recuperarse y lograr estabilidad con la llegada a la Casa Rosada del presidente Néstor Kirchner, el 25 de mayo de 2003.

Fue Kirchner quien consiguió sacar a la Argentina del llamado “corralito”, una de las peores crisis de la historia de su país, que vivió a fines del siglo pasado y primeros años del XXI en un caos económico total, en suspensión de pagos y con altísimos índices de desempleo y pobreza.

A esa problemática tuvo que enfrentarse el entonces nuevo ocupante de la Casa Rosada de Buenos Aires, quien revertió el panorama nacional, al reestructurar la deuda, alcanzar un superávit fiscal, incrementar las reservas monetarias del Estado, y mantener una tasa de crecimiento del 9 por ciento hasta 2007.

Kirchner desafió las recetas venenosas neoliberales del Fondo Monetario Internacional (FMI), como otra fórmula macabra de dominación de Washington en Latinoamérica, y abogó por la soberanía y la integración regional.

Similar camino y con demostrada valentía ha recorrido hasta hoy la presidenta Cristina Fernández, quien en sus dos mandatos ha superado todo tipo de obstáculos de la derecha tradicional, y sus financistas externos, para asediarla y tratar de derrocarla.

Ningún método les ha servido a los enemigos de los procesos soberanos y unitarios que se escenifican actualmente en Latinoamérica para doblegar a la bella y digna Cristina, ni siquiera el de los parásitos e infames Fondos Buitre.

La mandataria Argentina se va por la puerta ancha, con un proyecto hecho, que de seguro tendrá continuidad por sus sucesores, y ella desde ya figura en la historia como una de las más valerosas mujeres de la Patria Grande.

Los conservadores en ese Estado sudamericano, como en la mayoría de la región, tendrán que conformarse con tratar de estropear los cultivos que a favor de los pueblos riegan los gobiernos progresistas, pero que al mismo tiempo fertilizan con más eficacia para erradicar la plaga que sigue siendo la derecha, quizás hoy más violenta, para Nuestra América.

Venezuela, Bolivia, Brasil, Ecuador, Nicaragua, El Salvador, entre otras naciones, también del Caribe, con destaque para Cuba como ejemplo histórico, sabrán salir victoriosas, junto a la Argentina, ante quienes insisten en saquear a la Patria Grande en beneficio de las oligarquías decadentes como el imperio de Estados Unidos.

El pseudo -estado criminal de Kosovo admitido en la UNESCO

El apoyo ofrecido por el Presidente de Estados Unidos hace unos meses a la propuesta realizada por Albania para obtener representación en la UNESCO ha sido tan previsible como lacerante.

Una vez más los Estados Unidos han impuesto sus decisiones a Naciones Unidas, subvirtiendo, o interpretando torticeramente la legalidad internacional. Pese a que la ONU no reconoce la provincia serbia de Kosovo y Metohija como estado ,así queda fijado por la resolución 1244, Estados Unidos si lo hizo, forzando a su vez y una valoración consultiva por parte de las Naciones Unidas en las que se considera a Kosovo como libre . Washington consigue con este malabarismo jurídico vacío de contenido real  imponer con su poder financiero y político su programa geopolítico a la llamada comunidad Internacional y hacer de la ONU, una sucursal de la OTAN.

Que los a primera vista estrambóticos y aislados  acontecimientos sucedidos en el Parlamento de Pristina durante los últimos meses, en los que se lanzaron huevos e incluso gas lacrimógeno no son fruto de la casualidad sino de un plan preconcebido; da fe la iniciativa a la que hoy la UNESCO ha dado su visto bueno.

Estamos ante una ofensiva contra las instituciones y población serbo-kosovar. Durante los plenos en los que la división de los otrora amigos del Clan Drenica , hoy enfrentados ,se hizo patente, el mismo objetivo; presionar para minimizar todavía más las funciones y poderes de la asociación de municipios serbios del norte, situados en torno a Kosovka -Mitrovica.

No hay que olvidar que la minoría eslava y gitana de Kosovo-Metohija si bien tiene una presencia mayoritaria en la zona limítrofe con Serbia, presenta un número  aún mayor de personas de afiliación no  musulmana-albano-kosovar en enclaves totalmente aislados de Serbia, en los que la Eulex no ha logrado erradicar la violencia, acoso, maltrato, discriminación y en definitiva limpieza étnica que se sigue cometiendo en Kosovo desde que las botas de los ocupantes occidentales hollaron el territorio soberano de un país que no pidió jamás su intervención. Y en cuyo demarcación no evitaron la ola de violencia, conocida como el pogromo antiserbio de 2004 que se cobró más de cien víctimas mortales del lado serbokosovar.

Que se hable de los órganos, dependencias y personal estatal serbio en Kosovo como de entes paralelos cuyas funciones debe asumir Pristina tras un diálogo abierto con sus «colegas» serbios tutelado por la UE, evidencia ante qué tipo de proceso afronta  Belgrado y la castigada población serbo-kosovar.

La UNESCO  que se define como organización dependiente de Naciones Unidas para crear las condiciones propicias para establecer un diálogo entre las civilizaciones, las culturas y los pueblos fundado en el respeto de los valores comunes haya aceptado al gobierno Kosovar con destacados miembros a la cabeza implicados personalmente en crímenes de guerra como garantes de un patrimonio  cultural que le es totalmente ajeno es inconcebible.

Ejemplo de la labor reconocida al "gobierno “de Pristina por la UNESCO
Ejemplo de la labor reconocida al «gobierno “de Pristina por la UNESCO

Que el gobierno de Pristina, musulmán, excluyente e islamista deba velar por el arte sacro serbo-bizantino, es uno de los mayores y más descarados actos de cinismo imaginables.

Es poco más que sellar la destrucción del cristianismo en las tierras que vieron nacer a la nación e iglesia ortodoxa serbia, además de constituir una aprobación al genocidio que ha sufrido la población no albanesa en Kosovo y Metohija, desde tiempos de la  Yugoslavia tardo-titoista.

Algo que curiosamente fue denunciado por la prensa occidental en los años ochenta pero negado en la asquerosa y criminal campaña de manipulación  mediática de los noventa que aplaudió la limpieza étnica, impulsó y financio el islamismo  y ayudó a destruir un estado socialista y plural.

Como bien declaró el  ministro de asuntos exteriores de Serbia, admitir a Kosovo en la Unesco es como aceptar al estado islámicoISIS

Según los datos oficiales del gobierno serbio, desde la llegada de la KFOR los albano-kosovares han incendiado o dinamitado más de doscientas iglesias, monasterios, lugares de culto y monumentos de significación cultural, además de la destrucción de  8000 lápidas.

Han sido robados más de 10,000 íconos.

A su vez   el primer ministro serbio recordó recientemente la absurdidad de la proposición  albanesa ya aprobada:

«Cuatro edificios religiosos medievales serbios -el Monasterio de Decani, El Patriarcado del Monasterio de Pec, el Monasterio de Gracanica y la Iglesia de la Virgen de Ljeviska- son patrimonio de la lista de la UNESCO en peligro.

Los extremistas a uno y otro lado de las bancadas del parlamento kosovar, se vanaglorian de los crímenes cometidos contra la comunidad serbia, y hacen gala de su «evolución» de los valores del .EL.K que se aproximan día a día al fundamentalismo islámico, cada vez más presente  y patente en la aparición de grandes y lujosas mezquitas pagadas por el salafismo y wahabismo saudí y emiratí.

Por lo demás la votación no deparó grandes sorpresas, Macedonia y Montenegro rindieron tributo a Tirana y Bruselas  y votaron a favor como si estuviéramos en los tiempos del imperio otomano.

La incomprensible pero vasalla decisión de estas dos ex-repúblicas yugoslavas da cuenta de quién es el dueño real del territorio, poder y recursos.

España al igual que Rusia, China, Brasil, Argentina, Angola, Ecuador, Etiopia, India, Marruecos, México, Namibia, Nigeria y Cuba han votado en contra. Probablemente lo hayan hecho por diferentes motivos, pero sin duda  lo que les une es su defensa de la humanidad y la justicia.

Veintisiete países han votado en contra y catorce se han abstenido.

Las peticiones de Belgrado a su aliado, amigo y vecino griego no han recogido ningún fruto. El gobierno de Tsipras que prometió a Pristina el pronto reconocimiento de su independencia, ha dado la espalda de forma incomprensible y abyecta al pueblo serbio. Como también a gran parte del griego. Quizá condicionado por la troika o por los ruines principios que rigen a las izquierdas postcomunistas a la caza del poder.

De los cincuenta y ocho países que constituyen el consejo ejecutivo para la admisión en la Unesco treinta y tres reconocen la independencia de Kosovo.

No obstante para que  la propuesta sea aprobada en noviembre por la Conferencia General de la Unesco, se requiere el apoyo de dos tercios de los 195 Estados miembros, por lo cual el gobierno serbio sigue buscando apoyos diplomático con encomiable esfuerzo.

El gobierno serbio sigue defendiendo lo obvio; que la entrada de Kosovo en la Unesco no supone un reconocimiento internacional, ya otorgado por Estados Unidos y 100 de sus lacayos. Aunque su insistencia en denunciar el ingreso de Kosovo en la UNESCO puede parecer estéril, no está haciendo otra cosa que defender la dignidad nacional, la del pueblo serbio, condenado a la marginación y sometimiento tiempo antes de un bombardeo del que se cumplen ya dieciséis años. Un ataque que se prolonga y eterniza con otras armas. La desnaturalización, negación y derrota definitiva no forman parte de ninguna apocalíptica teoría de la conspiración, sino de un plan de rediseño geopolítico más amplio, en el que una Serbia con un mínimo de soberanía y de entente con Rusia no tiene cabida.

Mientras la flota de USA en aguas del Adriático bombardeaba Yugoslavia  con tomahawks con el fin de destruir un país multiétnico  y castigar a sus gentes por votar en contra de la terapia del shock, Rusia hace dos semanas lo hacía  contras posiciones terroristas islámicas desde el Caspio para ayudar a Siria a mantener su independencia y sus minorías.

El ingreso de Kosovo  en la Unesco es un epitome de las privatizaciones ilegales, de las explotaciones de la riqueza minera kosovar, de la desindustrialización y del empobrecimiento de los Balcanes.

Contra el oprobio y la vergüenza:

http://www.ipetitions.com/petition/NoKosovoUnesco

Racismo y xenofobia en Israel

La sociedad israelí del siglo XXI ( 80% de judíos frente a un 20% de población árabe), sería un crisol de razas, costumbres, lenguas y valores que tan sólo tendrían en común su origen judío y en la que se estaría produciendo un golpe de mano silencioso de una minoría ultra ortodoxa (los “haredim” que aunque tan sólo representan el 10% de su población serían un Estado dentro del Estado) para fagocitar todas las áreas sensibles del poder del Estado judío (Interior, Vivienda, el Mosad y los mandos del Tzáhal o Ejército judío) e intentar imponer la “Halajá” o ley judía a más del 40% de población que se declara laica, segmento de filiación europea , inmersa en la cultura y modo de vida occidentales y que desea ser regida por la ley civil como en las demás democracias formales occidentales, no siendo descartable la agudización de la fractura civil en los próximos años, preludio de una posterior deriva totalitaria de la actual democracia israelí que tendrá su culminación con la instauración en el Estado israelí de un régimen teocrático-militar.

Racismo y xenofobia

El estadounidense Harold Lasswell (uno de los pioneros de la “mass comunicación research”), estudió después de la Primera Guerra Mundial las técnicas de propaganda e identificó una forma de manipular a las masas ( teoría de “la aguja hipodérmica o bala mágica”), teoría plasmada en su libro “Técnicas de propaganda en la guerra mundial (1.927) y basada en “inyectar en la población una idea concreta con ayuda de los medios de comunicación de masas para dirigir la opinión pública en beneficio propio y que permite conseguir la adhesión de los individuos a su ideario político sin tener que recurrir a la violencia”.(defensa de la sacrosanta seguridad de Israel).

Por su parte,Edward L. Bernays, sobrino de Sigmund Freud y uno de pioneros en el estudio de la psicología de masas, en su libro “Cristalizando la opinión pública”, desentraña los mecanismos cerebrales del grupo y la influencia de la propaganda como método para unificar su pensamiento. Así,según sus palabras “la mente del grupo no piensa, en el sentido estricto de la palabra. En lugar de pensamientos tiene impulsos, hábitos y emociones. A la hora de decidir su primer impulso es normalmente seguir el ejemplo de un líder en quien confía ”, por lo que la propaganda del establishment sionista será dirigida no al sujeto individual sino al Grupo en el que la personalidad del individuo unidimensional se diluye y queda envuelta en retazos de falsas expectativas creadas y anhelos comunes que lo sustentan, sirviéndose de la dictadura invisible del temor al Tercer Holocausto, proceda de Hamás, de Hezbolá o de Irán.

Sin embargo,la teórica política judío-alemana Hannah Arendt en su libro “Eichmann en Jerusalén”, subtitulado “Un informe sobre la banalidad del mal”, nos ayudó a comprender las razones de la renuncia del individuo a su capacidad crítica (libertad) al tiempo que nos alerta de la necesidad de estar siempre vigilante ante la previsible repetición de la “banalización de la maldad” por parte de los gobernantes de cualquier sistema político, incluida la sui-genéris democracia judía, pues según Maximiliano Korstanje “el miedo y no la banalidad del mal, hace que el hombre renuncie a su voluntad crítica pero es importante no perder de vista que en ese acto el sujeto sigue siendo éticamente responsable de su renuncia” .

Así, la sociedad israelí en su inmensa mayoría sería cómplice silenciosa y colaboradora necesaria en la implementación del sentimiento xenófobo contra la población árabe-israelí (según la encuesta sobre derechos civiles ”Association for Civil Rights in Israel Annual Report for 2007” publicada por el diario Haaretz ,“ el número de judíos que manifiestan sentimientos de odio hacia los árabes se ha doblado y el 50% de los judíos israelíes se opondrían ya a la igualdad de derechos de sus compatriotas árabes) y en el incremento del régimen de apartheid en los guetos palestinos de Cisjordania y Gaza en los que la población palestina estaría sometida al régimen jurídico-militar en lugar de depender del poder civil como la israelí, síndrome conocido como “la burbuja de Tel Aviv”. Asimismo, alrededor de mil israelíes oriundos de Etiopía bloquearon el acceso a Jerusalén y su principal arteria para denunciar la persistencia “de racismo y violencia hacia los israelíes etíopes” al grito de “Israel será como Baltimore” tras dos incidentes de manifiesta brutalidad policial contra jóvenes de esta comunidad. Más de 120.000 judíos etíopes fueron traídos a Israel, desde que los rabinos principales determinaron en 1973 que la comunidad tenía raíces bíblicas y aunque algunos judíos etíopes son actualmente diputados del Parlamento (Knéset) y oficiales en el ejército, las quejas por la discriminación en las escuelas y en los barrios son numerosas y la psicosis reinante en la sociedad israelí aunado con la xenofobia que habita en el subconsciente colectivo sionista habría tenido como desenlace el brutal linchamiento del joven eritreo Haptum Barhum.

GERMÁN GORRAIZ LÓPEZ-Analista

Europa como paradigma del desastre

No es que “Europa” no exista, es que no ha existido nunca.  La supuesta defensa de los valores “democráticos y occidentales” se da sobre los cadáveres de 100 millones de europeos en las dos grandes guerras mundiales por dos nacionalismo antagónicos, y, además se hace sobre los estragos de guerras como las de “los Treinta” y los “Cien Años” por un quítame allá esas pajas de un sentir religioso diferente.

La Europa de la “Unión”, del Parlamento, el Banco Central Europeo y el euro es una pura entelequia.  La economía hace aguas en las penínsulas del Sur, y al Norte, se le derrumba el mito de la precisión y la eficacia.

El escándalo de la Wolsvagen nos muestra una realidad tramposa, corrupta y chapucera, la agresión continuada a Grecia la existencia de un capitalismo usurero como único argumento y razón.  Y un imperio alemán que se comportan como un depredador colonialista y falsificador de la mal llamada idea de “unidad europea”.

Sus supuestos órganos de Gobierno tienen una severidad y contundencia con los problemas de las economías griega, española, portuguesa, italiana o irlandesa que no aparece para nada con la altanería de países como Hungría o Eslovenia en el drama de los refugiados.  Y un aliento, millonario y armado,  del nazismo en Ucrania.

Estamos ante un caos puro y tangible, con un fascismo estructural creciendo y alimentando sus estructuras. Y caos significa intriga, traición, injusticia, explotación, autoritarismo, despilfarro y  latrocinio.

En realidad, Europa ha vuelto a ser raptada por Zeus. Pero un Zeus miserable y capitalista, hecho de mezquindades, mentiras  y ombligos de corruptos.

El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker,  es un imputado por facilitar la evasión fiscal desde Luxemburgo, el presidente del BCE, Mario Draghi, intervino a través de su empresa en la ocultación y manipulación del déficit griego y gentes de la catadura de Timmermans, Arías Cañete, Valdis Dombrovskis u Orbán forman parte de su comisariado o plenario.

Europa es una vergüenza que agoniza en público y antes de fenecer descuartiza pueblos, derechos sociales y deja pudrirse al barro y al invierno a millones de refugiados en medio de una corrupción masiva. Europa era una ficción altanera para quitarse el hambre y los piojos de dos guerras mundiales y la realidad la ha aplastado. El derrumbe del imperio está en los telediarios.

Lucas Leon Simon

Estreno de Yugoslavos en el Festival de cine Globale Bogotá

Nos enorgullecemos del estreno de nuestro documental  Yugoslavos en la Globale Bogota 2015.

Nuestro trabajo fue proyectado ayer, día 18 de Octubre a las 3 PM. hora colombiana.

Su inclusión en un festival como este,con el que nos identificamos plenamente ya que compartimos gran parte de sus premisas ideológicas e inquietudes sociales, nos produce aún mayor satisfacción.

No creemos que haya postulados más cercanos ni más caros para  los que escribimos en este blog que los propugnados por Globale:

 « el documental como herramienta de crítica y estímulo de reflexión, y la sala de proyección como taller de ideas y de trabajo social y político»
  A los cuales nos adscribimos sin dudarlo.
 Que nuestro documental abriera el segundo día del certamen, durante el fin de semana nos ilusiona tanto como nos da motivos para un agradecimiento, que no sólo extendemos a los generosos organizadores del Festival sino a los espectadores, y a todos aquellos que en uno u otro momento se han interesado por el documental.

El principal objetivo de este  largo trabajo de cuatro años, ideado, desarrollado y finalizado entre el desdén e indiferencia general, pero también con una libertad absoluta, no es más que la denuncia de como y porqué se destruyó Yugoslavia, y poner fin , dentro de nuestras posibilidades, a tanta manipulación, tanta mentira y propaganda del odio que siguen perpetuando el crimen cometido contra este país, hijo de la victoria contra el Nazismo.

La verdad es contraria a la ignorancia y al olvido.

Queda volver a agradecer a Globale Bogotá su interés, amabilidad y sobre todo su voluntad de difundir no sólo  nuestro modesto trabajo, sino también con una larga lista de documentales de gran calidad e interés informativo y político  que se proyectaran para demostrar que la memoria sociopolítica ni pertenece unicamente a los poderosos ni puede ser callada.

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