«Mis hijos nunca habían visto un submarino y yo tampoco, ni un remolcador tan grande, y no podíamos perder la oportunidad de venir hasta aquí y disfrutar de este espectáculo naval. El sábado volveremos para visitar la fragata rusa y ver de cerca a los marinos de ese país que han tenido la gentileza de visitar nuestra ciudad en son de paz», comentó a Sputnik el habanero Gabriel Soneira, quien tomaba fotos de los barcos junto a sus dos hijos pequeños.
Desde el 12 y hasta el próximo 17 de junio, un destacamento naval de la Armada de Rusia visita La Habana, compuesto por la fragata moderna fragata Almirante Gorshkov, el submarino de propulsión nuclear Kazán, el buque petrolero Akademik Pashin y el remolcador de salvamento Nikolai Chiker.
En un espacio de casi 200 metros en la entrada de rada habanera, las personas se agolpaban con sus teléfonos celulares, haciéndose fotos con las embarcaciones rusas de fondo, o filmando videos para conservar como memoria de la visita, aun cuando el viernes no estaba previsto el acceso al buque principal.
También la gente se hacía fotos con los marinos rusos que bajaron a tierra para disfrutar de la ciudad anfitriona que los recibió de una manera hospitalaria.
«Cuando el mundo tiembla por el peligro de la guerra, estos barcos militares rusos llegan a Cuba con un mensaje de paz. Los rostros de los marinos rusos expresan ese sentimiento cuando tropiezas con ellos caminando por nuestras calles, se les ve felices y seguros entre los cubanos», expresó Eulalia Ravelo, una joven cubana de 32 años, también presente en el malecón habanero.
Este sábado 15 de junio, la fragata Gorshkov volverá a abrir sus puertas al público para ser visitada por la población, como parte de la agenda de la visita del destacamento naval a La Habana.