Tras la reunión mantenida el viernes en la sede del Gobierno regional vasco entre el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el presidente autonómico, Íñigo Urkullu, se ofreció la tradicional rueda de prensa ante los medios de comunicación. Desde el principio de su intervención el líder socialista mostró especial interés en dejar clara la buena sintonía que había sentido en el encuentro con el responsable nacionalista.
Llegados a un extremo se abordó el tema de los presos de la banda terrorista ETA. Las declaraciones del aspirante a la presidencia por el partido socialista fue claro y no titubeó a la hora de asegurar que en materia de política penitenciaria “es tiempo de cumplir con la ley. La ley es muy clara”, una afrimación que no supone ningún problema. Éste vino cuando quiso explicar sus palabras y dijo: “La ley lo que dice es que aquellos presos políticos que manifiesten una voluntad clara de reinsertarse socialmente y reconocer el daño causado tendrán elección de poder hacerlo”.
Pese al murmullo que se desató en la sala, el socialista no rectificó sus palabras y hubo que esperar más de una hora para que a través de su departamento de prensa se hiciera pública una nota en la que aseguraba haberse equivocado y pedía disculpas por el daño que pudiera haber causado a las víctimas del terrorismo.
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