El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, viajaba para realizar el rezo del viernes cuando se dio cuenta de que un hombre iba a suicidarse desde un puente sobre el Bósforo y decidió hablar con él para disuadirle del suicidio.
La comitiva circulaba por uno de los puentes que separan el lado asiático del europeo de la capital turca, Estambúl, cuando el presidente se percató del suicida. Envíó a los servicios de seguridad, que convencieron al hombre de que hablara con Erdogan antes de que se tirara al vacío, cosa a la que accedió.
El hombre le dio la mano al presidente turco y le explicó, según las agencias turcas, que tenía problemas familiares graves y que esa era la razón por la que había decidido lanzarse al canal del Bósforo.