Oído hoy en una emisora de radio española:
Un niño de corta edad, a tenor de su vocabulario, narraba lo que le había pedido a los Reyes Magros. Entre consolas, video-juegos donde luchan a muerte varios contendientes, y todas esas cosas que en nada desarrollan la imaginación infantil, terminó diciendo: «Y dinero para los niños pobres»
Al arbolito desde pequeñito, dicen. Esa pobre criatura ya ve con naturalidad que existan niños pobres, o el paro, o la exclusión social.
Nos quedamos con el Ché. Él vio en la pobreza (y por eso luchó contra ella) una manifestación brutal del sistema «democrático» burgués que… le come el coco al niño para que aquella se perciba como algo «normal».
jmalvarezblog.blogspot.com
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