Corea no significa ninguna amenaza para nadie y las razones de Kim están vinculadas, nada más y nada menos, que a la supervivencia de todo un pueblo. Dentro de poco EE.UU. dirá que quiere «negociar» aunque de momento amenaza con desplegar armas nucleares estratégicas en la parte de la península coreana que tiene ocupada militarmente. Y China al norte. Jugada maestra.