Después se contó que había un baúl o una caja fuerte en un lugar misterioso y que no se había podido abrir que estaba lleno de monedas con la imagen de Gadafi. ¿Cómo lo sabían? Nadie lo dijo.
Incluso se valoró la imaginaria e inaccesible fortuna de 184 millones de dólares con la idea de hacer creer que eran las reservas monetarias en oro de Libia evidentemente con la intención de disminuir el valor del oro a repartir.
Con las reservas de oro de Libia, Gadafi se proponía dar respaldo oro al dinar libio y algo como eso no se podía llevar a la práctica sin varios miles de millones de dólares en fondo y mucho menos obtener el respaldo del Fondo Monetario Internacional para ese propósito.
Se conoce las implacables represalias del sistema anglo-judío contra Muamar Gadafi y también contra Dominique Strauss Khan, por poner en peligro el dólar y con ello el control y dominio de la economía mundial de la banca anglo-judía. La magnitud del peligro provocó una venganza tan atroz como nunca antes en la historia moderna, incluso fue trasmitida por la televisión para aterrorizar al mundo.
Quizás como en el caso de Iraq nunca se sepa cómo se repartieron cientos de toneladas del oro robado a otros pueblos al más puro estilo de los sanguinarios piratas y corsarios anglosajones de siglos pasados.
Pero es el mundo que vivimos… por ahora.
Liborio Guaso