Ban dijo que la “retirada temporal” (permanente, según fuentes saudíes) de la coalición saudí de la lista de países y organizaciones que cometen crímenes contra los niños había sido “una de las decisiones más difíciles y dolorosas” (Increíble, nota de blog) que él había tenido que tomar, añadiendo que esto había aumentado “la perspectiva real de que millones de otros niños puedan llegar a sufrir gravemente”.
“Niños que se encuentran en peligro en Palestina, en el Sur de Sudán, en Siria, en Yemen y en muchos otros lugares caerán en la desesperación”, dijo Ban en esta sorprendente autocrítica (¿Tendrá poca vergüenza el criminal este?, nota de blog).
El secretario general de la ONU añadió que era inaceptable que los estados miembros “ejerzan una presión indebida” sobre la organización internacional y dijo que la vigilancia era “una parte natural y necesaria del trabajo de Naciones Unidas”.
Ban no explicó, sin embargo, por qué había cedido al chantaje, algo intolerable para el cargo que ocupa.
Agencias