Esto, «queridos» perrodistas, se lo decís a esa legión que forma las colas del hambre y a esos niños que no se alimentarán decentemente si los comedores escolares cierran durante las vacaciones. Ya verán qué os responden. De todo menos bonito. Seguro.
¿Y dónde van a parar los beneficios? ¿Al PIB quizás?