«A esto una demostración:
«La desgracia del movimiento comunista internacional fue que el apego al comunismo era a menudo más sentimental que doctrinal, incluso en vida de Stalin. Y es esta religiosidad la que usan los revisionistas para combatir la teoría y práctica del socialismo científico. Cuando se consideró urgente hacer frente a estas debilidades y aumentar la comprensión del marxismo-leninismo a un alto nivel científico, se encontraron con una gran resistencia pasiva –la indiferencia y la inacción– y activa –con hostilidad– de muchos ejecutivos del aparato del partido, el Estado y la economía. En el resto del movimiento obrero internacional, las desviaciones a menudo también se fueron fraguando poco a poco, ya sea en los partidos comunistas de los países imperialistas –con el socialchovinismo– o de los países dependientes –con el nacionalismo tercermundista–. En la Unión Soviética, los elementos hostiles como los jruschovistas eran ciertamente una minoría, pero estos elementos gozaron del apoyo de muchos elementos inertes. Viacheslav Mólotov fue el tipo de figura con la naturaleza característica de estos elementos inertes cuya comprensión de los nuevos acontecimientos era superficial y por lo tanto eran propensos a mostrarse inestables». (Vincent Gouysse; Imperialismo y antiimperialismo, 2007)
El comunismo no necesita de gente bien intencionada pero pasiva, cobarde y conformista como Mólotov que obstaculizan la lucha contra oportunistas como Jruschov, sino que necesita de gente formada ideológicamente, fiel, valiente, y comprometida hasta sus últimos días como Hoxha.
Mientras un movimiento o un individuo marxista-leninista no comprenda la máxima básica de que debe pertrecharse del materialismo dialéctico como método para analizar los fenómenos sociales y que esto incluye una exclusión del sentimentalismo para analizar las cuestiones, dicho movimiento o dicho será un revolucionario que simpatiza con el marxismo-leninismo y aplica ciertas cosas de él que le gusta y acepta, pero jamás un marxista-leninista». (Equipo de Bitácora (M-L); Algunas cuestiones económicas sobre la restauración del capitalismo en la Unión Soviética y su carácter socialimperialista, 28 de agosto de 2016)