La república de Lugansk dice que reorienta su economía a Rusia

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La República Popular de Lugansk (RPL), en el este de Ucrania, anunció que reorienta su economía a Rusia y otros países.

“Extendemos nuestra Administración a todas las empresas bajo jurisdicción ucraniana y reorientamos nuestra economía a Rusia y otros países”, declaró el presidente de la RPL, Ígor Plotnitski, al reunirse con altos cargos de su Gobierno.

Las autoridades de la RPL enmendaron una normativa de abril de 2015 y nombraron administradores provisionales en tres empresas del magnate ucraniano Renat Ajmétov.

Plotnitski aseguró que todos los empleos se preservarán y llamó a “garantizar la protección social a todos los trabajadores cuyas empresas pasaron a la jurisdicción de la RPL”.

Otra república rebelde del este de Ucrania, la de Donetsk, declaró la víspera que toma bajo control unas 40 empresas ucranianas.

El 27 de febrero, los líderes de las repúblicas de Donetsk y Lugansk exigieron a Kiev poner fin al bloqueo de transporte hasta marzo amenazando con cortar el suministro de hulla a Ucrania y establecer bajo su control las empresas que permanecían bajo jurisdicción ucraniana.

Varios exparticipantes de la operación militar en Donbás, entre los que hay diputados del Parlamento ucraniano, bloquearon a finales de enero pasado la circulación de trenes de carga en el tramo Lugansk-Lisichansk-Popasnaya como protesta contra el comercio con las autoproclamadas Repúblicas de Donetsk y Lugansk.

En enero de 2015, las autoridades ucranianas prohibieron el transporte de víveres y medicamentos a los territorios que Kiev no controla.

Los observadores de la OSCE señalaron en más de una ocasión que el bloqueo económico y de transporte provoca una catástrofe humanitaria en la región e instaron a Kiev a levantarlo.

El levantamiento del bloqueo es una cláusula de obligado cumplimiento de los acuerdos de Minsk para solucionar el conflicto en Donbás.

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Ucrania continúa desde abril de 2014 una operación militar en varias áreas de las regiones de Donetsk y Lugansk donde se proclamaron repúblicas populares en respuesta al golpe neofascista en Kiev, realizado en febrero del mismo año con el apoyo de Estados Unidos la Unión Europea.

Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en más de 10.000 muertos y unos 22.800 heridos.

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