Rusia acusa al Pentágono de concentrarse en una guerra fría en su contra y hacer caso omiso a las amenazas reales.
«No nos sorprende la obsesión de ciertos generales del Pentágono por estereotipos de la Guerra Fría, ni la incomprensión de las amenazas reales a la seguridad», ha declarado este sábado el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov.
El portavoz del país euroasiático se expresó así ante las afirmaciones realizadas por el jefe del Comando de las Fuerzas Especiales de EE.UU., el general Raymond Thomas, quien en una intervención el jueves ante el Senado estadounidense catalogó a Rusia entre las cinco mayores amenazas para Estados Unidos y dijo que la agresión rusa tiene un carácter permanente.
A finales de abril, el jefe del Estado Mayor ruso, Valery Guerasimov, constató que «la retórica de confrontación respecto a Rusia solo aumenta, la Unión Europea (UE) y la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) acusan regularmente a Rusia de escalar la tensión».
Según Guerasimov, «existe la plataforma para reunirse y al menos aclarar las posturas, las intenciones y las preocupaciones, y es el Consejo Rusia-OTAN, pero allí no hay diálogo entre los militares y hoy en día casi todos los contactos en formato de los expertos militares están suspendidos».
Las relaciones entre Rusia y Estados Unidos y los aliados de este último en Europa atraviesan por su peor momento, en gran medida por la crisis en Siria y el conflicto en el este de Ucrania y, para mayor contacto, ambas partes están reforzando su presencia militar en las fronteras occidentales de Rusia.
La OTAN que, tras la crisis en Ucrania en 2014, experimenta tensiones con Rusia a niveles no vistos desde la Guerra Fría, ha multiplicado sus maniobras militares y patrullas marítimas, terrestres y aéreas en el este de Europa, además de aumentar su presencia militar en los países bálticos.
El 2 de diciembre de 2016, Moscú alertó de las consecuencias de la progresiva expansión de la Alianza Atlántica, tendencia que estima contraria a los intereses de Rusia.
En noviembre del mismo año, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirmó que su país ha diseñado y fabricado armas y misiles capaces de penetrar cualquier sistema antimisiles.
Putin agregó que dichos avances se produjeron en respuesta al despliegue de los sistemas antimisiles Patriot estadounidenses en Europa y cerca de las fronteras occidentales de Rusia.
A juicio del mandatario ruso, el verdadero propósito de la instalación del sistema es neutralizar el potencial nuclear estratégico de otros Estados poseedores de armas nucleares que no son aliados de Washington.
A raíz de esta situación, tanto Moscú como la OTAN se han amenazado mutuamente con el aumento y el despliegue de sus arsenales nucleares.