Diecisiete civiles murieron en bombardeos de la coalición liderada por Estados Unidos contra la ciudad de Raqqa, noreste de Siria, bastión del grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (Daesh en árabe).
Los aviones de combate de la coalición comenzaron a atacar Iraq en agosto de 2014, un mes antes de extender a Siria sus bombardeos sin la autorización de las autoridades sirias que siempre cuestionaron la eficacia y criticaron a la coalición por los daños colaterales que provoca, sobre todo por las muchas víctimas civiles y los daños a su infraestructura nacional.
El 23 de abril y el 23 de mayo fallecieron un total de 225 civiles a manos de esa llamada coalición, lo que representa un récord mensual de civiles muertos por ella desde que comenzara sus acciones en el país árabe.
