El Gobierno español se ve sacudido por nuevas acusaciones de corrupción. La Moncloa es, una vez más, objeto de duras críticas en todo el país.
Nuevo caso de corrupción en España y otro golpe para el gobernante Partido Popular (PP). El diario El Mundo saca a la luz documentos oficiales, según los cuales, la formación conservadora financió ilegalmente su campaña electoral del año 2000.
José María Aznar fue elegido, en aquel entonces, al obtener 183 escaños frente a los 125 de los socialistas. Pero lo que más choca en la opinión pública, quizás, es que esa campaña fue dirigida por Mariano Rajoy, el actual presidente del Gobierno, que la semana pasada compareció como testigo ante la Justicia por otra razón: el caso Gürtel.
Rajoy decía no tener conocimiento alguno de los asuntos económicos relacionados con los actos electorales y otros gastos de campaña. No obstante, sí conocía el presupuesto de la campaña del PP para las elecciones de ese año, ya que él mismo informó a los periodistas de esos números concretos en una rueda de prensa que recogió en aquellos días el diario “El País”.
Ahora, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el tradicional rival del PP, vuelve a la carga. Pide la renuncia de quien es el primer presidente del Gobierno español en ejercicio que es llamado a declarar ante la Justicia como testigo.
Desde la dirección de Ciudadanos, el partido que permitió la investidura de Rajoy, también señalan que quieren que el presidente rinda cuentas.
En los últimos meses, el panorama político en España se agrava cada día. Incluso los analistas hablan de la posibilidad de que el PP desaparezca como una formación política.
La corrupción le está costando caro a España. En los últimos seis años, desde el 2010 a 2016, más de 11 mil personas han sido investigadas o detenidas en el marco de causas relacionadas con la corrupción. Además, les cuesta a los españoles 87 mil millones de euros al año.
