Pese a la notificación, el proceso de retiro del Acuerdo por parte de Estados Unidos no culminará sino hasta el 4 de noviembre de 2020.
El Gobierno estadounidense informó este viernes formalmente a las Naciones Unidas (ONU) su intención de retirarse del Acuerdo de París, como anunció hace dos meses el presidente Donald Trump.
El proceso de retiro no podrá completarse hasta el 4 de noviembre de 2020, un día después de las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos.
“Hoy, Estados Unidos envió una comunicación a las Naciones Unidas, en relación con la intención de retirarse del Acuerdo de París”, afirmó el Departamento de Estado estadounidense a través de un comunicado publicado en la red social Twitter.
Today, the US submitted communication to @UN regarding the US intent to withdraw from the #ParisAgreement. https://t.co/ifcmK6CNDl
— Department of State (@StateDept) August 4, 2017
Trump anunció el pasado 1 de junio su decisión de abandonar el Acuerdo de París, firmado por casi 200 países a finales de 2015, al argumentar que ese pacto pone en “permanente desventaja” a la economía y los trabajadores estadounidenses.
El punto 28 del Acuerdo de París indica que cualquier país que haya ratificado el acuerdo, como es el caso de Estados Unidos, solamente podrá solicitar su salida tres años después de su entrada en vigor, es decir, el 4 de noviembre de 2019.
Una vez hecha formalmente esa petición, tiene que pasar otro año para que la salida del acuerdo sea efectiva, por lo que Estados Unidos se desvinculará del pacto el 4 de noviembre de 2020.
“El presidente está dispuesto a volver a implicarse en el Acuerdo de París si Estados Unidos puede identificar términos que sean más favorables para el país, sus negocios, sus trabajadores, su pueblo y sus contribuyentes”, indicó el Departamento de Estado.
Pese a esa oferta de Trump, Alemania, Francia e Italia ya cerraron en junio la puerta a una eventual renegociación del acuerdo, y todo apunta a que el pacto firmado en París seguirá adelante sin la participación de Estados Unidos.
Aun así, el Departamento de Estado defendió que Estados Unidos “apoya un enfoque equilibrado en su política climática, que rebaje las emisiones al tiempo que promueva el crecimiento económico y garantice la seguridad energética”.
“Seguiremos reduciendo nuestras emisiones de gases de efecto invernadero mediante avances tecnológicos y de innovación, y trabajaremos con otros países para ayudarles a acceder a combustibles fósiles y usarlos de manera más limpia y eficaz, y desplegar fuentes de energía renovables”, señaló la institución en el comunicado.