MOSCÚ (Sputnik) — La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) pidió urgente ayuda internacional para aliviar la situación de un millón de personas que huyeron de Sudán del Sur a Uganda en busca de refugio.
“A lo largo de los últimos 12 meses, Uganda recibe a un promedio diario de 1.800 sursudaneses. Además de un millón de refugiados que se encuentran en su territorio, hay otro millón o más en Sudán, Etiopía, Kenia, República Democrática del Congo y República Centroafricana”, señala Acnur en un comunicado.
Más del 85% de los refugiados que llegaron de Sudán del Sur a Uganda son mujeres y menores de edad.
Huyen de la violencia de grupos armados que, según algunos testimonios, queman casas con civiles dentro, asesinan a personas delante de su familia, cometen agresiones sexuales contra mujeres y niñas y secuestran a niños varones para reclutarlos como soldados.
De unos 674 millones de dólares que se requieren para cubrir las necesidades de refugiados sursudaneses en Uganda este año, solo está disponible una quinta parte, indica Acnur.
La escasez de fondos en Uganda afecta mucho las capacidades para proporcionar ayuda y servicios básicos.
En junio pasado, el Programa Mundial de Alimentos tuvo que recortar las raciones para los refugiados. En los asentamientos del norte de Uganda, las clínicas se ven obligadas a trabajar con muy pocos médicos y fármacos.
La falta de recursos también repercute en la enseñanza: algunas lecciones se imparten al aire y con más de 200 alumnos por clase; muchos niños refugiados dejan de acudir a las escuelas porque quedan lejos o son difíciles de acceder.
Desde diciembre de 2013, más de dos millones de sursudaneses huyeron a los países vecinos y otros dos millones son desplazados internos.
