Venezuela tacha las nuevas sanciones financieras de EE.UU. como una política no civilizada y la ‘peor agresión’ que trasgrede la soberanía del país caribeño.
“Esta es la peor agresión a Venezuela en los últimos 200 años (…) y no la comprendemos”, ha señalado este viernes el canciller venezolano, Jorge Arreaza, tras reunirse con el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres.
Arreaza rechazaba así la orden ejecutiva emitida la misma jornada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que prohíbe a ciudadanos y entidades estadounidenses cualquier transacción, como la compra de emisiones de deuda y bonos, con el Estado venezolano y la compañía Petróleos de Venezuela (PDVSA).
A continuación, el ministro de Exteriores venezolano ha enfatizado que la “imposición de sanciones y las amenazas militares corresponden a la política no civilizada”, puesto que no van en contra de un individuo, sino de todo un pueblo, ha agregado.
De acuerdo con Arreaza, el Gobierno del presidente Nicolás Maduro evaluará las medidas necesarias ante las recientes sanciones estadounidenses para que no afecten a la población.
Ha recordado que el Gobierno de Maduro siempre ha estado dispuesto a conversar para solucionar cualquier asunto y, ahora pese a la postura agresiva de la actual Administración estadounidense, seguirá apostando al diálogo con Washington. “Nosotros tenemos como respuesta, en primer lugar, la procura del diálogo, hablando se entiende la gente civilizada”, ha advertido.
En otra parte de su alocución, ha afirmado que Venezuela estrechará vínculos con Rusia y China para compensar el impacto de las nuevas sanciones económicas impuestas por Washington y adelanta que mantendrá conversaciones con diversos grupos regionales para informarles, como dice lo ha hecho durante su reunión con Guterres, sobre la verdadera situación en Venezuela, que es blanco de la manipulación mediática.
El Gobierno de Maduro denuncia que es blanco de una arremetida dirigida desde la Casa Blanca para sacarlo del poder y apoderarse de los recursos naturales del país. Las críticas contra el Ejecutivo venezolano se exacerbaron a raíz de la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
De hecho, la instalación de la ANC, convocada por Maduro para frenar las protestas violentas de la oposición, fue el motivo alegado por Trump cuando habló de una posible intervención militar en Venezuela.
