La provincia de Santiago de Cuba aumentó en 22 las escuelas con baja matrícula y un maestro para el venidero curso escolar, con el fin de mantener escolarizados a los niños de las comunidades ubicadas en zonas intrincadas y de difícil acceso.
A tono con la política de aumentar los volúmenes de alimentos y proteger a los productores desde la base, se acerca la enseñanza gratuita a esas áreas, lo cual evita el traslado de los estudiantes a grandes distancias y contribuye a detener el éxodo de campesinos hacia las ciudades, además de favorecer la integración hogar-escuela.
Dania López, directora de Educación en el territorio, calificó de priorizada la atención a esos sitios y el Plan Turquino.
Con ese fin constituyen nuevos planteles y otros reabrirán bajo este concepto, según evaluación realizada en Consejos Populares de los municipios de Guamá, Contramaestre, Tercer Frente, Palma Soriano, San Luis y Santiago de Cuba.
Para la etapa lectiva son 847 planteles primarios y un alto porcentaje está incluido entre los no urbanos y otros multígrados, o sea, que los estudiantes pueden ser de diferentes niveles en un tipo de enseñanza, al frente de quienes estará un solo maestro.
De las 88 obras en el plan de reparaciones del actual año, 30 correspondieron al Plan Turquino, precisó López.
Especificó, además, que está completa la base material de estudio y de vida como lápices, libretas, tizas, además de equipos de computación y televisores de pantalla plana, entre otros.
A partir del venidero 28 de agosto empezará la preparación de los docentes de esos grupos en el campo, donde las transformaciones en Educación son palpables y la escuela concentra la atención en lo cultural, ideológico, histórico y productivo.
Los ajustes a la red escolar continúan cumpliéndose en la provincia, con una total cobertura docente en todos los tipos de enseñanza que existen en las zonas rurales.
