El presidente boliviano asegura que el Gobierno de EE.UU. y sus aliados, como el secretario de la OEA, son la peor amenaza para la democracia del mundo.
“El gobierno de EE.UU. y sus títeres pro imperialistas como Almagro son la peor amenaza para la democracia de los pueblos del mundo”, ha afirmado este viernes el presidente de Bolivia, Evo Morales, en su cuenta de Twitter.
Por resolución de la Organización de Naciones Unidas (ONU), cada 15 de septiembre se celebra en el mundo el Día de la Democracia y este año se ha elegido la temática, “Democracia y prevención de conflictos”, que se centra en la necesidad de reforzar las instituciones democráticas para promover la paz y la estabilidad.
En otro tuit, Morales ha señalado que la democracia es gobernar obedeciendo al pueblo, por el pueblo y para el pueblo, mientras ha agregado que la democracia no debe ser dañada con mentiras, engaños e infamias, como lo hace la derecha opositora en Bolivia.
“Ser autoridad electa es mandato noble, sagrado y de servicio al pueblo en paz, con justicia y en respeto a DDHH, tolerancia y solidaridad”, ha indicado.
Morales también ha informado que Bolivia integrará la Comisión de Países Amigos, que acompañará el proceso de diálogos de paz que retomaron esta semana en la República Dominicana el Gobierno y la oposición de Venezuela para “defender democracia y paz de Latinoamérica”.
En este sentido, ha advertido sobre la conspiración extranjera que se cierne sobre estos diálogos y ha dicho que no se necesitan organismos externos porque pueden perjudicar las conversaciones. “El mejor camino es un pacto social entre venezolanos”, ha añadido.
El presidente de la República Dominicana, Danilo Medina, anunció que se había acordado una comisión de países amigos, que fungirán como una comisión de seguimiento que está integrada por México, Chile, Bolivia y Nicaragua.
Tras la invitación de Medina y el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, los representantes del Gobierno y de la oposición de Venezuela están considerando sentarse a la mesa de diálogos tras meses de violentas marchas que, según la Fiscalía General del país suramericano, han dejado más de cien muertos.