La creación de Estados monoétnicos es un campo de orégano para los conflictos. Lo explicó el presidente de Rusia, Vladímir Putin, al indicar que el desfile de soberanías que está viviendo Europa es consecuencia de sus propias políticas de desintegración de territorios. Y como ejemplo citó el caso de Kósovo.
Javier Benítez
El que avisa no es traidor, dice el refrán. Y el presidente Putin ha expuesto, por enésima vez, las consecuencias que pueden derivar en el caos y la catástrofe, de las políticas de doble rasero que aplica, en este caso, la Unión Europea.
El jefe de Estado ruso incidió en que el reconocimiento de Kósovo ‘liberó al genio de la botella’ y se tradujo en particular en la crisis en Cataluña, una cuestión sobre la que manifestó que “en cuanto a este desfile de soberanías y nuestra postura acerca de esto, considero, por lo general, que la creación de Estados monoétnicos no es una panacea contra los posibles conflictos sino al revés”.
En este sentido, y con respecto a los conflictos que se viven en Medio Oriente, el analista internacional Adnan Ezzedine explica que “en Siria hay muchas etnias pero bajo una unidad territorial, sin dividir a esos pueblos en Estados según la etnia”.
El experto incide en que “es un deseo de Israel dividir esa región entre etnias para cumplir el proyecto de ‘El Gran Israel'”
Al profundizar en su análisis, Ezzedine explica que “el Estado de Israel no tiene mapa, no tienen frontera. Israel quiere dividir la región en etnias y religiones para cumplir su sueño. Cuando le preguntaron a Golda Mier en el pleno de Naciones Unidas ‘¿puede enseñarnos usted la frontera de Israel?’, ella contestó: ‘nuestra frontera es donde pisa el último soldado judío’. Todo lo que vemos política y militarmente en la región, es para cumplir una estrategia que tiene miles de años”, observa el experto.
Las declaraciones de Putin acerca de la creación de estados monoétnicos, tienen lugar en una semana en la que EEUU reconoció el uso de armas químicas en Siria por parte de terroristas vinculados al Frente Al Nusra, según el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov.
En este sentido, Konashénkov recordó que en la provincia siria de Idlib “opera el grupo terrorista Hayat Tahrir al Sham vinculado al Frente al Nusra que emplea armas ligeras y pesadas, artefactos explosivos improvisados y armas químicas” donde hasta el momento “es conocido sólo un caso del uso de las armas químicas, en la localidad de Jan Sheijun”.
Konashénkov resaltó que “sin embargo, EEUU acusó obstinadamente a las tropas del Gobierno sirio, mientras a los autores de aquel atentado, perpetrado por los terroristas del Frente Al Nusra, según estableció el Departamento de Estado de EEUU, les llamaban la oposición moderada. (…) Aún no está claro para qué Washington lanzó un fuerte ataque con misiles de crucero Tomahawk contra la base siria de Shairat, si podría haber quemado decenas de millones de dólares útilmente al atacar a los terroristas del frente Al Nusra”, sentenció.
Adnan Ezzedine indica que “los terroristas utilizaron armas químicas en Siria para movilizar a EEUU para que bombardeara a Siria. (…) Ahora se sabe perfectamente quién los patrocina”, concluye.
