El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, actuó como un ‘franquista autoritario’ para zanjar el desafío separatista catalán, dice un expremier belga.
El ex primer ministro de Bélgica Elio di Rupo (2011-2014), socialista francófono, ha criticado este domingo el comportamiento “franquista autoritario” con el que, a su parecer, respondió el presidente del Ejecutivo de España al “abuso de posición” con el que el destituido presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (2016-2017), condujo el desafío independentista en Cataluña.
“Combato la política de Puigdemont, pero me impactaría mucho que la Justicia belga le metiera en prisión”, ha escrito Di Rupo en un tuit, que ha publicado la misma jornada en que el expresidente regional y los exconsejeros que le acompañan en Bruselas, capital de Bélgica, decidieran entregarse voluntariamente a las autoridades belgas.
Además, indica en otro tuit que “Puigdemont ha abusado de su posición, pero Rajoy se ha comportado como un franquista autoritario”, y señala que el único camino para apaciguar la actual situación política en España, es reconducir el modelo territorial de este país europeo hacia un modelo federal.
En este contexto, recordemos que el líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, hace casi un año, abogaba por crear una “España Federal” con el objetivo de establecer a todas las comunidades autónomas españolas bajo un modelo territorial, como lo reclaman muchas de las regiones que conforman este país europeo.
“Reencontremos un mínimo de dignidad. Combatamos la independencia, pero mantengámonos demócratas”, ha concluido el socialista belga en un tercer mensaje en Twitter.
El 27 de octubre, Puigdemont, junto con autoridades del que fuera su gobierno regional, fue destituido como resultado de la aplicación de las medidas del artículo 155 de la Constitución española presentadas por el Ejecutivo central, en respuesta a la “ilegal” declaración de independencia de Cataluña por el Parlamento regional.
Dos días después, el exmandatario y exconsejeros del Govern viajaron a Bruselas. Enseguida, la Justicia española les citó ante los tribunales, pero estos decidieron desoír la convocatoria, lo que provocó que la Audiencia Nacional cursara una orden europea de detención.