La salud pública cubana es un ejemplo de desarrollo en Latinoamérica afirmó hoy Abraham Macías, director de la Fundación Padrinos de Honduras.
Macías participa en el III Congreso Nacional y Primero Latinoamericano de Organizaciones Renales, que será clausurado mañana en la ciudad de Guadalajara, México.
La fundación, explicó a Prensa Latina, trabaja por mejorar la calidad de vida de los pacientes con insuficiencia renal que avanza y el estado no garantiza los fondos requeridos para la atención de esas personas.
Comentó que ese programa, aun limitado, es poyado por hondureños graduados de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), los cuales se especializaron como nefrólogos en centros hospitalarios de la Mayor de las Antillas.
El formarse como médicos comunitarios, añadió Macías, tienen muchas ventajas en la atención y seguimiento de este tipo de paciente para establecer en ellos nuevas aptitudes y generar sus propios mecanismos de movilidad social.
Al ampliar sobre el padecimiento en su país, dijo que sigue creciendo y cada vez son menos los recursos que llegan a los hospitales públicos.
Se observa, precisó, un aumento del mal en etapa terminal en niños de familias de escasos recursos, con poco o ningún apoyo familiar y viviendo en comunidades apartadas.
La nación, indicó, no solo carece de especialistas, tampoco existen instituciones para su tratamiento. Es el mismo cuadro que presentan otras naciones subderrolladas de Latinoamérica.
Analizó el director de Padrinos que cada vez son más los pobres hondureños y menos las posibilidades de encausar sus vidas y poder, aunque sea, poder atender sus padecimientos.
En la actualidad la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión, integrada por organizaciones similares de más de 20 países, busca mejorar la salud renal de la población de latinoamérica y promover y orientar la formación de nefrólogos.
Mientras, datos de la Organización Panamericana de la Salud revelan que un poco más del 10 por ciento de la población mundial padece de este padecimiento, ubicado entre las principales cinco causas de muerte.