El Occidente es responsable de que persista la desestabilización en Oriente Medio, ha declarado este sábado el jefe del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, Serguéi Narishkin, tras reunirse en Pekín, capital de China, con sus homólogos de la Organización de la Cooperación de Shanghái (OCS).
“Hay que destacar la responsabilidad de varios países occidentales en la progresiva desestabilización de las regiones de Oriente Medio y Próximo”, ha lamentado Narishkin.
Asimismo, ha denunciado la “presión y las provocaciones en las relaciones internacionales” a las que recurren los países occidentales y ha llamado a “intensificar los esfuerzos conjuntos para evitar que el norte de Afganistán se convierta en una base de Daesh (acrónimo árabe del grupo terrorista EIIL) y otras organizaciones terroristas”.
Las autoridades de alto rango de Rusia han advertido repetidas veces sobre señales que indican la aparición de Daesh en suelo afgano. Tras la derrota de esta banda terrorista en Siria e Irak, según varios informes, Washington trata de trasladar a los elementos de este grupo a Afganistán y Asia Central.
A este respecto, Zamir Kabulov, enviado especial para Afganistán del presidente ruso, Vladimir Putin, alertó en julio de 2017, de que Moscú recurrirá a una opción militar si el Gobierno afgano y las fuerzas extranjeras desplegadas en el país asiático, encabezadas por EE.UU., hacían caso omiso a las actividades de Daesh en Afganistán.
Según las últimas estimaciones realizadas por Rusia, en la actualidad, hay en Afganistán unos 10.000 terroristas de dicha banda terrorista que la mayoría de ellos “provienen de Siria e Irak”.
En la cita mantenida, los líderes de Inteligencia de los países miembros de OCS han planteado varias formas para mejorar la cooperación en la lucha contra el terrorismo internacional.
