Con motivo de la cumbre de la OTAN en Bruselas (julio de 2018) y de todas las movilizaciones que se organizarán para denunciar esta alianza militar belicista, decimos:

No a la OTAN
No a la política de guerra europea
Solidaridad internacional contra la reacción y la política de guerra y de austeridad del imperialismo

Los días 11 y 12 de julio, los representantes de los 29 estados miembros de la mayor coalición militar, liderados por el imperialismo estadounidense, llevarán a cabo su reunión anual en el búnker de la OTAN, en Bruselas.
Prosiguiendo la línea de Obama, pero con su propio estilo provocador, Trump presionó a sus aliados para que elevaran su presupuesto de guerra al 2% del PNB y todos accedieron. En todos los estados miembros de la OTAN, los gobiernos aumentan en decenas de miles de millones de euros, coronas… los presupuestos dedicados a nuevas armas, a expensas de los presupuestos de educación, salud, necesidades sociales… La militarización de las economías y de los estados se está desarrollando rápidamente.

Los países nórdicos están cada vez más involucrados en la estrategia de Estados Unidos, la OTAN y la UE de rodear a Rusia, transformando esta zona estratégica en un vasto campo de entrenamiento para miles de soldados, tanques, aviones y buques, y de espionaje electrónico, reconocimiento y orientación de misiles a través de satélites e imponentes radares.
Al mismo tiempo, todas las instalaciones están siendo entregadas a las tropas y vehículos de la OTAN para su desplazamiento por todos los países de la UE, bajo el liderazgo y control de un nuevo centro de comando “logístico” en Ulm (Alemania).

En el contexto de la aguda crisis del sistema imperialista mundial, las contradicciones entre las potencias imperialistas van en aumento. Trump está desestabilizando el “orden” imperialista existente y sus agencias, reglas y tratados “multilaterales”, a fin de reforzar la hegemonía estadounidense. La OTAN también se ve afectada, incluso si prevalece el “interés común” entre los EEUU y las grandes potencias imperialistas en Europa contra Rusia, como se puede ver en las relaciones entre la UE y la OTAN.

Bajo la presión de las potencias imperialistas francesa y alemana, la UE está desarrollando una “política de defensa común” con diversas iniciativas, como la PESCO o el fondo europeo de defensa. Se dedican miles de millones de euros al desarrollo de nuevas armas, primero para el mercado europeo y también para obtener una mayor participación en el mercado internacional de armamentos. Las monarquías reaccionarias del Próximo Oriente, Egipto, Israel, Turquía… son “buenos” clientes, sin importar que su política no tenga nada que ver con los «valores democráticos de Europa».

De hecho, la clase dominante en Europa pisotea estos mismos “valores” ante los migrantes que intentan escapar de las guerras libradas por las mismas potencias imperialistas -en África, en el Próximo Oriente-, y de la miseria que provocan al saquear las riquezas de estos continentes (petróleo y otras materias primas, el agua, el suelo…). El refuerzo de “Frontex” -como policía europea de las fronteras- se suma a la intensificación de la colaboración con la OTAN en el mar Mediterráneo. El resultado: más dificultades y peligros para los migrantes, acoso policial constante, más ahogamientos…

La militarización es presentada por Macron y Merkel como una de las mejores formas de dar un nuevo paso para la integración europea. Este hecho muestra la naturaleza reaccionaria de la UE. Los grandes monopolios de las industrias de armas, especialmente las alemanas y francesas, tienen contratos de miles de millones de euros para varios años, lo que significa miles de millones de ganancias seguras. Esto es, por supuesto, motivo de fricciones entre los monopolios de EEUU y de la UE.

Apoyamos la creciente oposición popular a la política de guerra y la militarización, y contra la OTAN y la política belicista europea

La oposición de los pueblos a esta política de guerra se está desarrollando a nivel local, nacional, regional e internacional. Los apoyamos fuertemente en cada uno de nuestros países y trabajamos para desarrollar la solidaridad internacional y el trabajo común entre todos estos movimientos, bajo el lema: no a la OTAN, no a la política belicista europea.

Apoyamos la oposición a los crecientes presupuestos de guerra, bajo el lema: “El dinero para educación, salud y necesidades sociales; nada para las bombas, nada para las guerras “.

Apoyamos la oposición a las bases de EEUU y de la OTAN, en los diferentes países en los que están instaladas, y exigimos la retirada de todos los misiles y bombas nucleares de las bases aéreas.

Defendemos rotundamente la disolución de la OTAN.

Extendemos esta movilización contra las bases militares extranjeras de los estados miembros de la OTAN, especialmente las bases francesas en África, y contra las operaciones militares de los EEUU y de la UE en África, especialmente en Malí, en el Próximo Oriente…

Continuamos oponiéndonos a la guerra contra Siria, que se está extendiendo a toda la región, y decimos “no” a cualquier tipo de guerra contra Irán.

Apoyamos la lucha del pueblo palestino por sus derechos nacionales y denunciamos enérgicamente la política de Israel, al criminal de guerra Netanyahu y a sus apoyos internacionales: Israel está estrechamente vinculada a los EEUU y la OTAN, y participa en muchos ejercicios militares comunes.

Nos movilizamos contra la política de “modernización de las armas nucleares”, promovida por el imperialismo estadounidense y seguida asimismo por Francia, Reino Unido…; y contra la evolución de la doctrina del «primer golpe».

Apoyamos el movimiento popular de oposición, en los países nórdicos, a la militarización y transformación de esta zona en el campo de batalla entre la OTAN, EEUU y la UE, por un lado, y Rusia por el otro.

Estamos convencidos de que el movimiento popular puede desarrollarse ampliamente, sobre bases claramente antiimperialistas, sin solidarizarse con un imperialismo contra otro, sino buscando desarrollar vínculos con movimientos pacifistas, democráticos, contra la guerra, internacionalistas, antiimperialistas y revolucionarios de todo el mundo.

Insistimos en involucrar al movimiento obrero, al movimiento sindical, al movimiento de mujeres y a la juventud en este gran frente contra la guerra y la militarización, por la libertad y el progreso social.

Miembros europeos de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista Leninistas.
Junio de 2018

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