La primera jornada de huelga en Amazon tuvo un seguimiento del 80 por ciento de la plantilla. En total, unos 50 trabajadores han acudido a su puesto de trabajo, la gran mayoría eventuales procedentes de ETT.
Desde el comienzo esta huelga se desenvuelve entre bastantes dificultades porque se ha convocado en un período en el que muchos se encuentran de vacaciones.
Los antidisturbios también estuvieron presentes a la entrada de la nave para disuadir a los piquetes.
La multinacional llevaba mucho tiempo preparándose para que los efectos de una huelga en pleno Prime Day no se notasen, o al menos fuesen lo menores posible. Así, la mayoría de los pedidos para estas fechas se venían derivando a la planta de Barcelona, desde donde se ha llevado la actividad logística.
El efecto para Amazon de una medida así únicamente es que puedan subir los costes de envío que ha de asumir por el aumento del kilometraje para todas las áreas de la península que suelen cubrirse desde Madrid.
Las negociaciones de última hora entre la dirección de Amazon en la planta de San Fernando de Henares, la más importante del país, y los sindicatos se saldaron sin ningún tipo de acuerdo entre las partes, algo que ratificó la convocatoria de la huelga para ayer y hasta mañana, en pleno Prime Day.
En la tarde del sábado se produjo otra reunión de emergencia entre las partes para tratar de acercar posturas o al menos evitar la huelga, pero fue igualmente infructuosa, lo que terminó de confirmar los tres días de paro en San Fernando de Henares, algo que llevaba semanas dándose prácticamente por sentado por la lejanía de las partes a la hora de sentarse a negociar.
Convocados por el sindicato Verdi, hoy 12.000 trabajadores de los seis centros que la multinacional tiene en Alemania, también se han sumado a la huelga, lo mismo que en Polonia, donde han convocado una huelga de celo.
