El Gobierno de Daniel Ortega califica de “injerencista” a la Administración de Donald Trump de pretender impulsar sanciones a funcionarios nicaragüenses.
El Gobierno de Daniel Ortega califica nuevamente de injerencista a la Administración de Donald Trump por el anuncio de algunos senadores y congresistas de ese país de pretender impulsar sanciones a funcionarios del Estado nicaragüense debido a la situación político social que atraviesa ese país centroamericano desde mediados de abril.
Un grupo de senadores y congresistas de Estados Unidos enviaron una carta al presidente Donald Trump solicitando más sanciones a funcionarios nicaragüenses, a quienes solicitan se les aplique la Ley Global Magnitsky.
Entre los candidatos incluyen al presidente de la Asamblea Nacional (AN) de Nicaragua, Gustavo Porras, la ministra de Salud, Sonia Castro y los hijos de la pareja presidencial de Nicaragua, Juan Carlos y Laureano Ortega Murillo. Para los diputados sandinistas, la amenaza es una muestra del injerencismo de EE.UU.
Para Francisco Aguirre Sacasa, excanciller de Nicaragua, la moción responde a las presiones que hace Washington contra funcionarios que ellos consideran están vinculados con la corrupción o violación a los derechos humanos.
Algunos representantes del Gobierno de Ortega sostienen que la amenaza de más sanciones es una nueva estrategia de Estados Unidos para inmiscuirse en los asuntos internos de Nicaragua.
En las calles, los simpatizantes sandinistas señalan que su gobierno deberá defender la soberanía nacional ante los intereses de la Administración de Donald Trump.
El Gobierno de Daniel Ortega ha dicho que EE.UU. intentó darles un golpe de Estado y que por eso, según la Administración sandinista, la nación norteamericana financió las protestas que desde mediados de abril se realizan en Nicaragua.
Moisés Mercado, Managua.
