Los vínculos de los nazis con el presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, el servicio de inteligencia interior alemán, Hans-Georg Maassen, siembran la discordia dentro del gobierno alemán.

Ayer tuvo lugar una reunión entre los socios del gobierno, la CDU de Merkel, la CSU y el SPD para abordar el futuro de Maassen. Los tres partidos de la coalición se emplazaron hasta el martes para tomar la decisión final.

Según publica la revista Kontraste, el jefe de los servicios de inteligencia filtró a un diputado del partido nazi AfD información confidencial cinco semanas antes de hacerse pública. Una antigua militante nazi, Franziska Schreiber, sostiene esta historia y añade que Maassen se reunió con varios dirigentes nazis para darles algunos consejos para no ser vigilados por sus servicios de seguridad.

El terrorismo nazi ha estado muy presente en los últimos días en Alemania después de que la muerte de un hombre en las fiestas de Chemnitz por heridas de arma blanca a manos de dos peticionarios de asilo desencadenara varias cacerías contra extranjeros. La actuación de Maassen en la ola de terror también ha provocado la división dentro del gobierno.

En unas declaraciones al diario Bild el pasado viernes, el jefe de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución puso en duda que hubiera habido cacerías de extranjeros por parte de los nazis, así como la autenticidad de un vídeo que documentaba los ataques. Estas declaraciones provocaron que Maassen tuviera que comparecer ante dos comisiones parlamentarias, donde tuvo que matizarlas, afirmando que su intención había sido advertir contra posibles campañas de desinformación.

El puesto de Maassen depende directamente del Ministerio del Interior ocupado por Horst Seehofer, de la CSU, quien le ha ratificado en el cargo. Los otros socios de gobierno que piden la dimisión son los socialdemócratas de la SPD, quienes creen que “está claro que Maassen tiene que irse”.

En medio de los dos está la CDU de Merkel. Desde el partido de la canciller se han hecho críticas pero no se ha pedido la dimisión.

Las tensiones desatadas en torno a Maassen inciden en un momento muy complejo, a cuatro semanas de las elecciones en Baviera, donde a la CSU se le pronostica que perderá la mayoría absoluta que ha tenido casi ininterrumpidamente durante décadas. La formación de Seehofer representa el ala más rfeaccioinaria del bloque de Merkel y tanto en la pasada legislatura como en la que se inició el pasado marzo, con el nuevo pacto de coalición, ha presionado sobre la canciller para que endurezca su política migratoria.

Maassen se convirtió en 2012 en jefe de la Oficina para la Protección de la Constitución, como sucesor de Heinz Fromm, obligado a dejar el puesto por su complicidad con la célula neonazi Clandestinidad Nacional Socialista, que asesinó a nueve inmigrantes. Entonces se le asignó el cometido de reformar un servicio que había quedado en entredicho por su complicidad con el terrorismo nazi, que había actuado en la impunidad durante décadas.

http://www.msn.com/es-es/news/msn/el-v%c3%adnculo-de-la-inteligencia-alemana-y-la-ultraderecha-divide-al-gobierno-merkel/ar-BBNih3x

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