Cuba rechazó el miércoles las sanciones de EE.UU. contra la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, y reafirmó su apoyo al Gobierno de Daniel Ortega.
“Cuba condena las medidas tomadas por el Gobierno de Estados Unidos contra Nicaragua, concebidas con el propósito de fomentar la desestabilización de ese país y como consecuencia causar sufrimiento al pueblo nicaragüense”, enfatizó el viceministro de Relaciones Exteriores cubano, Rogelio Sierra Díaz.
El martes, el Departamento del Tesoro de EE.UU. anunció que, por orden del presidente Donald Trump, imponía sanciones a Murillo, también primera dama de Nicaragua, y a Néstor Moncada Lau, asesor de seguridad nacional del presidente Daniel Ortega, bajo las acusaciones de corrupción y abusos contra los derechos humanos.
Estas sanciones, calificó el vicecanciller cubano, se inscriben dentro de la “tradicional política injerencista e intervencionista de Estados Unidos” contra Nicaragua y expresan una vez más la voluntad de Washington de revivir la Doctrina Monroe.
A continuación, expresó la “invariable solidaridad y amistad” de Cuba con el pueblo nicaragüense y sus líderes, el presidente Ortega y la vicepresidenta Murillo.
De igual modo, el presidente de Bolivia, Evo Morales, rechazó el miércoles las sanciones del Tesoro de EE.UU. a dos prominentes miembros del Gobierno nicaragüense, Murillo y Moncada.
A través de su cuenta en Twitter, Morales cuestionó la decisión del Gobierno estadounidense y dijo que Washington no tiene moral para hablar de derechos humanos toda vez que es “autor de masacres y golpes de Estado en el mundo”.
Por su parte, Managua manifestó su rechazo “contundente” a las sanciones estadounidenses y catalogó de “falsas e ilegítimas todas las acusaciones que ratifican las perspectivas y prácticas imperialistas de los Estados Unidos de Norteamérica, y la condición servil y abyecta de los vendepatria criollos”.
Estas medidas restrictivas estadounidenses se anuncian mientras el Gobierno de Ortega se esfuerza por restablecer la paz en el país, tras siete meses de violentas protestas vandálicas que causaron la muerte de 198 personas —más de 300 conforme a organismos pro derechos humanos— y dejaron multimillonarios daños económicos.
El pasado abril se desataron manifestaciones en Nicaragua en rechazo a una ley de la seguridad social. La normativa fue revocada, pero la oposición tomó las protestas con el objetivo de sacar del poder a Ortega. De acuerdo con el mandatario nicaragüense, Estados Unidos ayuda a los “golpistas”.
