Qué fuerza a los propietarios de las fábricas a aumentar el precio del trabajo, a reducir horas e introducir mejores condiciones de trabajo, si no el temor a una grave explosión de insatisfacción del proletariado?
¿Qué, si no el miedo a los “conflictos laborales”, persuade al gobierno de establecer una legislación para limitar la explotación del trabajo por el capital?…
La mujer trabajadora es ante todo un miembro de la clase trabajadora, y cuanto más satisfactoria sea la posición y el bienestar general de cada miembro de la familia proletaria, mayor será el beneficio a largo plazo para el conjunto de la clase trabajadora…
La aspiración de las mujeres a la igualdad de derechos no puede verse plenamente satisfecha mediante la lucha por la emancipación política, la obtención de un doctorado u otros títulos académicos, o un salario igual ante el mismo trabajo.
Para la mujer, la solución del problema familiar no es menos importante que la conquista de la igualdad política y el establecimiento de su plena independencia económica.

— A. Kollontai. Extractos

El feminismo es una herramienta que ayudó en diferentes épocas a despertar el sentido crítico sobre la opresión y rol social de las mujeres. Dentro de éste hay diversos enfoques, por lo que se debe hablar de feminismos, ya que difieren en conceptos o posturas. La premisa base del feminismo es la equidad entre hombres y mujeres, es decir, que ambos tengan acceso a las mismas oportunidades y derechos. Desde siempre las mujeres quisieron organizarse para tener acceso a la educación y a la participación política que se les negó porque no eran consideradas ciudadanas, únicamente debían encargarse del hogar y el cuidado de la familia. Notables fueron los grupos feministas del siglo XIX que llevaron a las mujeres a oponerse a la guerra y a exigir en las calles el derecho a decidir (movimientos sufragistas).

Ahora bien, ¿Puede darse la plena emancipación de la mujer y la equidad de género en el sistema capitalista en el que vivimos? Para las mujeres proletarias solo es un paso para avanzar en la lucha contra la estructura económica que esclaviza a la clase trabajadora. Las mujeres proletarias organizadas, junto a los proletarios, movilizadas en las calles ganaron victorias históricas, como la jornada laboral establecida y los derechos al cuidado de los hijos mientras ellas eran explotadas, cuando los hombres fueron obligados a empuñar el arma por la defensa de intereses del patrón en la Primera Guerra mundial, las proletarias ocuparon su lugar en las fábricas para ganar el pan para el sostenimiento de sus familias, así nació el movimiento sufragista en diversas partes de Europa. Las líderes sindicales al frente de paros y huelgas se hicieron notar provenientes de la misma base de obreras que tenían vínculos en los barrios donde se realizaban reuniones para conspirar sobre las acciones de presión al patrón, el derecho a decidir era su brújula, obtuvieron el derecho al voto cuando más sectores se unieron entre ellos las nacientes organizaciones feministas y anarquistas se iban agrupando.

Si nos detenemos en la historia vemos que el feminismo nació como una lucha de las mujeres burguesas: y de las capas medias de mujeres que tenían riqueza pero que no podían poseerla porque ésta se encontraba en manos de los hombres. Eran oprimidas por sus esposos o figuras masculinas que tenían su tutela. Por eso la emancipación de la mujer burguesa y de capas medias no es la misma que de la mujer proletaria. Las mujeres burguesas organizadas lucharon por mejorar su status social, por el acceso a la educación, ciencias y cultura, y posteriormente para figurar como autoridad de alguna institución del Estado. (En México un icono es Sor Juana Inés de la Cruz, nótese que en su época el movimiento feminista burgués “Las sores” en contraposición a fraternidad (monjes), nunca cuestionó si la educación iba a llegar a todas las mujeres en los hechos solo aquellas que tenían las condiciones económicas gozaron de ese derecho. Mientras que la mayoría tenía que vender su fuerza de trabajo; siendo oprimidas y explotadas por el capital.
Para las feministas la igualdad de derechos en el sistema capitalista con respecto a los varones era la victoria, para las mujeres proletarias sólo es un paso para avanzar en la lucha contra la estructura económica que esclaviza a la clase trabajadora. Para las feministas la victoria se gana cuando los derechos que antes tenía un sólo sexo ahora se confisca a ambos, para las mujeres trabajadoras no es así porque no buscan ser explotadas de la misma manera que sus compañeros varones.

En este sentido, el feminismo es una herramienta para las mujeres cuando les quita la soga de los ojos, despierta el sentido crítico respecto al rol social de la mujer, le reconoce como oprimida, y vuelca a la organización y lucha callejera, pero sus límites cuando ve al patriarcado como único enemigo sin cuestionar de dónde vienen la opresión y la explotación y como ésta se genera dentro de las condiciones económicas desiguales. No habrá plena emancipación de las mujeres hasta que el trabajo no esté socializado y siga la explotación del hombre por el hombre.

Jorgelina Parkinson
# Mujeres#Equilibrio#Obreras
Oleo sobre tela 180x150cm
Colección Sindicato de Comercio

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