Los misiles hipersónicos de Rusia pueden llegar a los centros de mando militar de EE.UU. en solo 5 minutos, afirma un experto ruso en asuntos de defensa.
“Los buques militares y submarinos rusos equipados con misiles hipersónicos Tsircon podrían destruir los centros de mando del territorio de los Estados Unidos en cinco minutos”, ha dicho este jueves a periodistas locales el contralmirante ruso retirado Vsévolod Jmírov.
Esta consideración ha sido difundida por la agencia de noticias rusa TASS un día después de que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, amenazara en un discurso anual ante el Parlamento con apuntar sus armas nucleares hacia Estados Unidos si Washington sigue con su plan de desplegar misiles en Europa.
Según Jmírov, después de retirarse del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés) Estados Unidos controla los sistemas de lanzamiento de sus misiles nucleares desplegados en Europa “desde los centros de mando del territorio estadounidense”.
Comentando el discurso de Putin, el militar retirado ha detallado que los misiles Tsircon no solo crearán un contrapeso para los misiles desplegados en Europa de EE.UU., sino que también garantizarán la capacidad de Moscú de atacar sistemas de control clave, como son los centros de comando.
Si se da el caso de que un portaviones o submarino ruso equipado con misiles Tsircon se encuentre a 500 kilómetros de la costa estadounidense, esos proyectiles serán capaces de alcanzar objetivos en tierra, ha añadido el contralmirante jubilado.
“Un sistema tan hipersónico como el Tsircon prácticamente rompe cualquier sistema de defensa con misiles”, ha concluido Jmírov.
Estados Unidos inició el 2 de febrero su proceso de retirada del Tratado INF, que se completará dentro de seis meses. Washington afirma que la decisión se tomó en reacción a una presunta falta de cumplimiento del acuerdo por parte de Rusia.
El Tratado INF, firmado hace más de 30 años por los líderes de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y EE.UU., Mijaíl Gorbachov y Ronald Reagan, respectivamente, ha tenido importancia primordial para la seguridad mundial hasta hoy.
El acuerdo obligó a las dos partes a eliminar todos los misiles, tanto nucleares como convencionales, que tuvieran un alcance de entre 500 y 1000 kilómetros —de corto alcance— y de entre 1000 y 5500 kilómetros —de medio alcance—. En mayo de 1991, se había eliminado un impresionante número de más de 2500 misiles.
Moscú ha negado en reiteradas ocasiones haber incumplido el tratado, y acusa a su vez a EE.UU. de “ignorar” todas sus propuestas «constructivas» para salvar el acuerdo.