El canciller de Irán, Mohamad Yavad Zarif, resalta la creciente condena a las sanciones de EE.UU. sobre los sectores de la salud y científico de Irán.
A través de su cuenta en Twitter, Zarif ha hecho referencia a una carta que 66 comunidades científicas iraníes remitieron al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, para condenar las sanciones estadounidenses contra la República Islámica.
“66 sociedades científicas de Ciencias de la Salud en Irán piden a la comunidad internacional: condenar las sanciones de Estados Unidos a Irán; resistir fuertemente la orientación de las necesidades médicas y la ayuda humanitaria; y frustrar la orientación de la investigación y el avance científico”, ha escrito este miércoles Zarif.
La misiva en mención, fechada el 23 de febrero, destaca que el derecho de cualquier nación al desarrollo y al avance científico, así como a la educación y la salud, no puede verse socavado por acciones coercitivas unilaterales como las sanciones.
En noviembre de 2018, el presidente de Irán, Hasan Rohani, dijo que, contrariamente a lo que afirma el Gobierno de los EE.UU., las sanciones y presiones de Washington sobre el sistema bancario iraní y las exportaciones de petróleo apuntan a dañar al pueblo iraní.
La Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, abandonó en mayo de 2018 el acuerdo nuclear con Irán —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)— firmado entre Irán y el que fue el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), y luego restableció, en dos tandas, todas las sanciones levantadas en virtud de este pacto multilateral.
Ante los obstáculos creados por Washington, Teherán ha advertido en reiteradas ocasiones que podría también salirse del acuerdo si los signatarios europeos del mismo no garantizan que obtendrá los beneficios comerciales y financieros que establece el tratado para la nación persa.
Irán —cuyo cumplimiento a cabalidad del acuerdo nuclear ha sido confirmado en reiteradas ocasiones por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA)— asevera, además, que ejercerá su derecho a retomar el enriquecimiento de uranio si el convenio deja de preservar sus intereses.